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Dificultades técnicas y legales para las intervenciones quirúrgicas

El aprovechamiento de los riñones de las personas fallecidas en accidentes de tráfico durante los fines de semana permitiría, en cierto período de tiempo, ofrecer la posibilidad de un nuevo riñón a la larga lista de individuos que, en espera de un trasplante, necesitan la práctica continua de la hemodiálisis (riñón artificial). Pero ello no es posible en nuestro país, a causa de las dificultades legales y técnicas existentes para los trasplantes. Un grupo de inmunólogos de diferentes centros clínicos españoles ha promovido una reunión, a celebrar próximamente en Sevilla, en la que se estudien los pasos legales y técnicos a dar para la creación de Hispanotrasplante, servicio español similar al ya existente en otros países, que permite, mediante un ordenador conectado a unos teletipos emplazados en todos los centros de trasplante del país, agilizar las intervenciones haciendo posible muchas más de las que actualmente se llevan a cabo.

«Los enfermos renales crónicos tienen una posibilidad de mantenimiento: la diálisis, y una curación: el trasplante de riñón." Así de tajantes se manifestaban recientemente los médicos especialistas consultados por EL PAIS.Los riñones necesarios para el trasplante se pueden obtener de cadáveres recién fallecidos -el órgano es recuperable durante un corto espacio de tiempo- o de donantes familiares vivos. Sólo aprovechando los riñones de los fallecidos en accidentes de tráfico de los fines de semana se podría trasplantar en un corto tiempo a casi todos los enfermos actualmente en lista de espera. Cada donante fallecido permite recuperar dos enfermos crónicos, pues es-suficiente un solo riñón por paciente para que éste pueda prescindir de la diálisis e incorporarse, con absoluta normalidad, a su vida laboral.

Cualquier riñón no sirve para cualquier paciente. Donante y receptor deben ser similares en lo que se refiere a sus antígenos de histocompatibilidad, que son en muchos aspectos parecidos a los grupos sanguíneos ABO y Rh.

Fuentes próximas a ALCER (Asociación para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón) declaran que «al comienzo de los años setenta el número de trasplantes renales que se realizaban en España era parecido al que se realizaba en Italia y en otros países europeos de semejantes características. Sin embargo, mientras en nuestro país se estancó esta cifra hasta fechas muy recientes, en la misma Italia, y en Francia, por poner dos ejemplos próximos, el número fue creciendo, hasta llegar a ser superior en una proporción de cuatro y diez veces, respectivamente ».

Este estancamiento puede. deberse a la ausencia de una infraestructura en nuestro país, mientras que nuestros vecinos cuentan desde hace tiempo con distintas organizaciones y con legislaciones más favorables, que acrecientan la eficacia y el mejor aprovechamiento en la utilización de los riñones susceptibles de trasplante disponibles, así como el intercambio entre los diferentes centros de trasplante, facilitando y agilizando considerablemente el proceso de búsqueda del paciente idóneo. Entre estas organizaciones, a escala nacional, pero que no excluyen algunos intercambios internacionales, se encuentran el France-Trasplant o el Scandia-Trasplant.

Inercia y dificultades

En España la situación en la que se encuentra el trasplante de órganos en general, y el de riñones en particular, es calificada de muy problemática por parte de los sectores afectados.En los ambientes hospitalarios y en las asociaciones de enfermos se denuncia lo que es considerado una actitud «despreocupada por parte de la Administración pública. No se acaba de llevar adelante un Plan Nacional de Diálisis y Trasplante». Sobre este punto, uno de los médicos entrevistados dijo literalmente que «es muy demostrativo el que, aún no se haya comenzado a considerar el plan que en su momento elaboró la Sociedad de Nefrología y que se entregó a mediados del pasado año al ministro de Sanidad ».

Los impedimentos y las trabas legales para la extracción de órganos de los cadáveres son considerados excesivos. Con la actual normativa que rige el certificado de muerte clínica se pierden numerosas oportunidades. Este impedimento parece entrar en vías de una rápida solución, ya que se ha aprobado un proyecto de ley en las Cortes que permite acelerar el proceso para la obtención de órganos.

Se critica también, en relación con el primer punto, el hecho de que no exista una información clara y, por tanto, una mentalización de la población, fuente de posibles donaciones. «Esto puede subsanarse -declaran a EL PAIS los medios consultados- en parte mediante una intensa campaña informativa en los distintos medios de comunicación social del Estado, con lo que de nuevo topamos con la postura pasiva de la Administración. La fuerza de los perjuicios, junto a la falta de conciencia del problema social que supone la situación y el número de los enfermos renales crónicos españoles, hacen necesario el empleo de anos medios que están fuera del alcance de las organizaciones y asociaciones de médicos y enfermos, lo que hace precisa la intervención estatal.»

Coordinación de esfuerzos

En los distintos centros médicos consultados existe una preocupación dominante: la falta de coordinación. A nivel interhospitalario, los distintos centros carecen de información los unos de los otros, sobre qué enfermos y con qué características de compatibilidad cuenta. Pero incluso dentro de un mismo hospital no existe hoy por hoy una coordinación entre los distintos equipos médicos. Nefrólogos, inmunólogos y cirujanos encargados del trasplante no actúan de acuerdo con una política común, establecida de antemano de mutuo acuerdo.Ahora se intenta conseguir una organización semejante a las que funciona en la mayor parte de Europa y que permiten a cada centro hospitalario que mantenga en tratamiento un número cualquier de enfermos renales, por pequeño que éste sea, entrar en una lista de espera, por medio de un ordenador conectado a unos teletipos emplazados en todos los centros de trasplante del país, Esta lista nacional permite que en el momento que aparece un donante, y recordemos que el tiempo es un factor muy importante en estos casos, pueda escogerse con facilidad y rapidez el enfermo más idóneo para el órgano en cuestión. Con ello, el porcentaje de rechazos disminuye, al mejorar la adecuación del injerto.

Buscando esta racionalización y sistematización en el intercambio de riñones entre los distintos puntos de España, un grupo de inmunólogos que trabajan en los centros Clínica Puerta de Hierro, de Madrid; Centro Especial Ramón y Cajal, de Madrid; Hospital Universitario, de Sevilla, y Hospital Clínico de Barcelona ha promovido una reunión, que deberá celebrarse el próximo día 6 de abril en Sevilla. En ella se pretende establecer las bases legales y estudiar los pasos prácticos más inmediatos para la creación del Hispanotrasplante. Con tal fin acudirán médicos de todos los puntos del país, especializados en las diversas materias que afectan a la problemática del trasplante renal: urólogos, nefrólogos, inmunólogos y cirujanos. En ella tienen puestas muchas esperanzas un gran número de enfermos y familiares de las distintas dolencias renales.

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