Una fábrica de armas alemana, afectada por la crisis iraní
Uno de los consorcios estatales alemanes más importantes, con un total de 5.500 trabajadores, puede cerrar sus puertas en los próximos días y quebrar a causa de la crisis de Irán.
La empresa, DIAG (Instalaciones Industriales Alemanas), con su central en Berlín occidental, acusa ya la crisis de su filial más rentable, la firma Fritz Werner, que tras formalizar un importante contrato de venta de armas a Teherán, ha tenido que renunciar a llevar a cabo la operación con graves pérdidas. La casa Fritz Werner, de Geisenheim, suscitó en las pasadas semanas una intensa polémica, al trascender que había vendido 11.000 esposas de acero destinadas a la policía persa.
Entre las armas preparadas ya para la exportación a Teherán se incluían un número no determinado de ametralladores G-3 y MG-3.
Ante el nuevo panorama iraní, el Gobierno alemán parece dispuesto a sanear esta empresa, otorgándole un crédito de 370 millones de marcos.
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