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Los MIR, contra la reducción de plazas y la ley de Especialidades

El conflicto MIR se recrudece. La importante reducción de plazas de médicos internos residentes de la Seguridad Social (MIR), que se convocarán próximamente, ha provocado la alarma y el descontento entre los postgraduados que tienen en el programa MIR la única posibilidad de completar su formación profesional y, en muchos casos, evitar el paro. Para protestar contra esas medida del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social se propone una huelga legal que empezará el 22 de enero y se ha solicitado autorización para una manifestación que se celebrará en Madrid el día 26. Sobre el tema informa Bel Carrasco.

Son 11.300 -4.000 más que el año pasado- los médicos postgraduados inscritos en la próxima convocatoria de pruebas para cubrir plazas de MIR que, según fuentes autorizadas del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, se harán públicas en el Boletín Oficial del Estado el día 1 de febrero. En principio, se aseguró que saldrían las mismas plazas que en la convocatoria anterior, más de 5.000. Pero el pasado mes de diciembre, cerrado ya el plazo de inscripción, el subdirector general de la Salud Pública, señor Viñes, anunció a una comisión de postgraduados que sé iban a convocar alrededor de las 2.000.Sobre este punto, el jefe del Servicio de Docencia del Ministerio, señor Ruiz Salazar, manifiesta: « Aproximadamente saldrán 2.000 plazas de residentes de primer año y setecientos de internos, en hospitales dependientes de la Seguridad Social (SS); además de unas seiscientas o setecientas en hospitales vinculados a ella en el aspecto docente.»

«Esta reducción se debe a motivos presupuestarios, y no creo que se trate de un intento de suprimir o restringir el programa MIR. El control de la docencia en materia de sanidad es competencia de este Ministerio. Si estalla una epidemia seríamos nosotros los responsables ante la población.»

Como protesta contra la reducción, en dieciséis hospitales del país los MIR llevaron a cabo, a finales de diciembre, una huelga que, por primera vez en la historia de su conflictividad, se extendió a las guardias. En estos momentos se piensa ir a la huelga legal el día 22 de enero, y la sección de postgraduados del Colegio de Médicos de Madrid ha solicitado autorización para celebrar una manifestación el día 26.

«El motivo de esa manifestación -explica Javier Rey del Castillo, de la sección de postgraduados- es pedir que se mantenga el mismo número de plazas que el año pasado, que se aborde la reforma sanitaria por vía parlamentaria y no a golpe de decreto, que sean cuatro, como mínimo, los años de residencia y que se derogue la ley de Especialidades.»

Ley de Especialidades: evaluar las necesidades

El día 23 de enero se constituye el Consejo Nacional de Especialidadés, órgano interministerial -Sanidad y Educación-, cuya misión es evaluar las necesidades de especialistas y elaborar los programas docentes.«Fijar las normas de titulación y abrir un registro nacional de especialidades, son otras de las funciones de la comisión», añade el señor Ruiz Salazar.

Los postgraduados se oponen a la ley de Especialidades porque consideran que es el instrumento legal mediante el cual sé desplazará el control de los sistemas de especialización al Ministerio de Educación, hasta convertir la especialidad en un tercer ciclo universitario. Este cambio supondría la desaparición de la docencia en muchos centros sanitarios y la destrucción del concepto de hospital de doble dimensión, docenteasistencial.

«La alternativa más característica del Ministerio de Educación al programa MIR son las escuelas profesionales, en las que, además de no estar remuneradas, hay que pagar matrícula, con lo que el postgraduado con veintitrés, veinticuatro o más años se ve obligado al pluriempleo, y no puede dedicarse plenamente a su formación», comenta Javier Rey del Castillo.

Las escuelas profesionales, la mayoría de ellas creadas por los grandes santones de la medicina, son, en general, meras expendedurías de títulos y representan un residuo de los antiguos sistemas de especialización (otro consistía en inscribirse en el Colegio de Médicos durante dos años). Sobre su futura continuidad o desaparición deberá pronunciarse el Consejo Nacional de Especialidades.

Junto a los motivos presupuestarios, la restricción del programa MIR obedece a la saturación de algunas especialidades y al hecho de que, una vez puesto en marcha el Piramidón, ya no se han creado nuevas plazas de trabajo. Se achaca a los residentes con dos o tres años de prácticas en el hospital el acaparar los servicios en vez de dejar sitio a las nuevas promociones.

«No se puede culpar a los residentes de un problema que se debe a la mala distribución de los médicos y a no planificar las necesidades -afirma el señor Ruiz-. Se deben convocar menos plazas para especialidades sofisticadas y fomentar la medicina general que capacita para practicar la profesión en pueblos, barrios, etcétera.»

La limitación a tres de los años de residencia es otra de las medidas de ahorro que ha adoptado el Ministerio, pues hasta ahora se solían ampliar automáticamente hasta cuatro o cinco años, aunque legalmente sean sólo tres años. Según el señor Ruiz Salazar, este tema es de carácter laboral y no docente, y parece ser una consecuencia más de la fugaz estancia en el Ministerio del secretario de Estado que, en una ocasión, se calificó a sí mismo de ministro de Hacienda dentro de Sanidad.

En opinión de los postgraduados, tanto la reducción de plazas como la limitación de la residencia, responde a la política sanitaria del Gobierno, que tiende a la privatización de la medicina.

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