"Mi regreso a lrán sera cuestión de días"
EL PAIS. Según todas las noticias procedentes de Teherán, el sha abandonará su país hacia mediados de la semana próxima: ¿aceleraría este hecho su regreso a Irán?Ayatollah Jomeini. Es una cuestión que está en estudio.
P. Y este eventual abandono de Irán por parte del soberano, ¿modificará su estrategia política?
R. También se trata de una cuestión que está en estudio.
Ayer por la tarde, en una entrevista concedida a EL PAIS en Neaufle le: Chateau, pueblo próximo a París en donde se ha refugiado desde hace tres meses, el ayatollah Jomeini confirmó el clima que se vive en esta minicapital de Irán, helada, febril imagen de la exaltación, del fanatismo y de la ansiedad de los momentos cruciales de la vida de los seres humanos. Urgido, el ayatollah confirmó que anteanoche, respondiendo a la formación de un Consejo de Regencia, en vísperas de las «vacaciones» del sha, él había ordenado la creación de un Consejo Provisional Revolucionario Islámico. Este organismo «estará integrado por personalidades diversas, que serán propuestas, a lo largo de la semana entrante» por él mismo, según el ayatollah. Los comunistas no quedarían necesariamente excluidos del Consejo Revolucionarlo. El objetivo de este último consistiría en realizar la instauración de un Gobierno provisional, que, a su vez, prepararía un referéndum popular para legalizar el nuevo régimen islámico.
Entusiasmo y cautela
El ayatollah, presionado para que precisara si su vuelta a Irán estaba ya en preparación, ayer, a última hora, reiteró que «esto puede ocurrir muy pronto». ¿Será cuestión de días, de meses o de semanas?: «De días, probablemente». respondlió.
La conversación de EL PAIS con el ayatollah se produjo ex cepcionalmente ayer, a lo largo de una jornada vivida con entu siasmo y con cautela al mismo tiempo, en Neaufle le Chateau, por la colonia deforofos y servidores del jefe religioso chiita. El líder islámico, «sin embargo, conservaba su severidad serena y cataclismal al enfrentarse con el periodista en la habitación desnuda y blanca de su chalecito campestre, sentado en el suelo, mirando al subsuelo, concentrado en atmósferas surrealistas sólo palpables al pensar que tras su imagen de mármol encendido por la cerilla coránica late un pueblo entero.
En efecto, el centenar de adeptos, de secretarios, de admiradores, de servidores, de fieles, que trajinaban alrededor del ayatollah, «estamos vivierido al filo de los acontecimientos, de los miñutos, de los segundos», nos declaró uno de los dos secretarios del líder religioso, señor Farhad.Personalidades, Ingenleros, licenciados, estudiantes, ciudadanos humildes, a lo largo del día visitaron el «lugar santo». Todos ellos hablaban de la posibilidad del fin del exilio. Un estudiante que durante estas últimas semanas. en compañía de otros colegas, ha traba ado para el ayatollah, nos declaró: «Mañana salimos hacia Irán y este hecho no es un azar.»
Cuando se evocaba la formación de un Consejo de Regencia y la posibilidad de un golpe militar favorable al sha, todos los allegados al ayatollah respondían o soñaban con las palabras que anteanoche pronunció el señor Jomeini ante la televisión americana: «En los próximos días yo formaré un Gobierno islámico.»
Uno de los líderes del Frente Nacional, principal partido de izquierdas de la oposición al sha, que prefirió ocultar su nombre, tras haber visitado al ayatolláh, se manifestó ayer en Neaufle le Chateau partidario del proyecto del jefe religioso, lo que confirmaría que uno de los principales personajes del eventual Gobierno islámico en gestación sería Karim Sandjabi, líder del Frente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.