La Unión Soviética acusa a EEUU de dificultar las SALT-II

La Unión Soviética acusó ayer a Estados Unidos de dificultar la firma de un nuevo acuerdo sobre limitación de armamento estratégico en el marco de las conversaciones SALT-II.Pravda, órgano informativo oficial del PC de la URSS, rechazó en su edición de ayer las acusaciones occidentales acerca de las nuevas exigencias soviéticas para la firma del acuerdo, y subrayó que el fracaso de las conversaciones se debe a «ciertas modificaciones» de última hora que los norteamericanos intentaron incluir en los convenios.

El periódico soviético desmiente las afirmaciones del New York Times, que atribuyó, tras la cumbre de Ginebra, a mediados de diciembre pasado, entre Cyrus Vance y Andrei Gromiko, a la intransigencia soviética la causa del «relativo fracaso» de la ronda de conversaciones SALT-II.

Este punto de vista coincidió con el de círculos diplomáticos occidentales, quienes presumían que el endurecimiento soviético ante la negociación sobre armamento estratégico se debía al anuncio del establecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre Estados Unidos y la República Popular China.

De cualquier forma, las conversaciones de Ginebra entre los representantes de la diplomacia norteamericana y soviética, Vance y Kromiko, respectivamente, concluyeron en un punto muerto, que imposibilitó la reunión de Jimmy Carter y Leónidas Brejnev, a principios e presente año, para irmar los acuerdos SALT-II y dar paso a una nueva ronda negociadora (SALT-III).

Desfiguración occidental

En su comentario, Pravda indica el hecho de que Occidente traza «un cuadro premeditadamente desfigurado» de las conversaciones y estado actual de las SALT-II.

Sigue diciendo Pravda que la URSS en ningún momento de las conversaciones «endureció inesperadamente sus posiciones, ni presentó propuestas dt última hora».

«El cuadro de la situación -prosigue el periódico del PCUS- correspondería a la verdad, tal y como sostiene la prensa norteamericana, si en sus informaciones se sustituyera el nombre de Estados Unidos por el de la Unión Soviética.»

La acusación moscovita finaliza diciendo que el acuerdo SALT-II ya estaría firmado si «Estados Unidos no hubiése asumido el papel de mártir para arrancar concesiones unilaterales soviéticas».

Habla Haig

Por su parte, Alexander Haig, comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN, declaró ayer que no existía ningún acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Soviética para repartirse el mundo, a manera de una segunda conferencia de Yalta.

En una entrevista concedida al periódico de Bruselas La Derniere Heure, considera carentes de fundamento las especulaciones que aseguran que EEUU y la URSS tienen un plan secreto que garantiza la influencia soviética en Africa y la norteamericana en América.