_
_
_
_
Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cine navideño

Antaño, la enseñanza los colegios incluía una asignatura denominada Historia Sagrada, a través de la cual los escolares conocíamos el nacimiento, avatares y triunfo definitivo del cristianismo. Apartado importante suponía en ella la Vida de Jesús, abundantemente ilustrada con imágenes piadosas.Tal viene a ser en esencia la intención del filme de Zeffirelli: ilustrar a los espectadores de TV -pues para tal medio ha sido relaizada- sobre los tiempos, modo y acontecer de unos años decisivos. Sin embargo, la importancia de estos años es tal, su iconografía, a través de los siglos, tan diversa y abundante, las lagunas a salvar tan vagas y profundas que no es de extrañar si tantos otros realizadores fracasaron en sus diversos intentos a lo largo de la historia del cine.

Jesús de Nazaret

I parte.Dirección: Franco Zeffirelli. Guión de Zeffirelli, Anthony Burguesy Syso Cecchi d'Amico. Actores: Robert Powell, AnneBrancfort, Valentina Cortese, James Farentino, James Earl Jones, James Mason, Donald Palesence, Christofer Plumer, Fernando Rey, Peter y, Michel York. Italia. Color. Local de estreno: Palacio de la Música.

En este caso, Zeffirelli se ha mantenido fielá los Evangelios, incluso en las imágenes filmadas en Túnez, en la ambientación y ceremonias y paisaje. Pero la historia de Jesús, como cualquiera adivina, es algo más que una ambientación adecuada o un respeto poco inspirado del que en esta ocasión se hace gala todo a lo largo de la primera parte del relato. Sus palabras, de todos sabidas, se diría que no trascienden en ningún momento, no conmueven, se quedan en poco más que palabras, en repetición oral del un texto que el espectador repite mentalmente.

Entre la ilustración más o menos fiel, y la monotonía de una serie de escenas que pronto, se adivinan, se diría que Zeffirelli ha dejado de Iado toda inspiración, confiado en la eficacia de sus actores. Robert Powell, a quien en un principio se contrató para interpretar a Judas, fía más su trabajo un tanto amanerado a su físico, a su fotogenia que a otro tipo de virtudes en este filme inéditas. El realizador se recrea en sus ojos que miran, por lo común, al vacío, más que a su pueblo en torno, ajeno a casi todo, salvo a componer una imagen de Jesús convencional de acuerdo con las imágenes de Guido Reni.

El resto del reparto que incluye a Fernando Rey en el papel de rey mago, facilita a los espectadores el habitual juego de reconocer los diversos rostros famosos que lo componen hasta un total de más de doscientos. Unos más acertados, otros completamente fuera de lugar y tono como ese Juan Bautista cavernícola y gritón o la escena facilona del endemoniado dentro de la tradición del peor cine italiano de época, cubre mal que bien esta empresa multinacional para espectadores convencidos de antemano, nacida no en Belén, precisamente, sino de un acuerdo entre la RAI, la ITC y la Televisión Independiente Británica, a la que se unirían posteriormente la NBC y la General Motors.

Si lo que es bueno para la Genetal Motors es bueno para Estados Unidos, no puede decirse lo mismo de Zeffirelli, pues en este caso se trata de su peor película. En ella se evidencia un formalismo casi constante que no llega a enmascarar su escaso entusiasmo puramente estético, por la historia. Ni su arqueología cinematográfica, ni su folklore mal asimilado, ni sus cabalgadas exóticas dignas de un spot de televisión en color añaden un ápice a sus filmes anteriores, ni grandeza al relato, ni verosimilitud a un guión ya de por sí bastante premioso. Este filme, a pesar de sus alusiones a problemas y actitudes actuales, viene a dar la razón a los que niegan a la pequeña pantalla todo valor fuera de lo puramente informativo. Limitación que sería de tener en cuenta si la misma RAI no hubiera producido esa serie magnífica titulada Leonardo da Vinci.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_