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Un complot militar nostálgico

« (...) Los nostálgicos del franquismo que se manifestaron espectacularmente hace diez días en Madrid, escogieron la fecha conveniente para su manifestación. Si demostrasen un poco más de clarividencia política y si fuesen capaces de elevarse al nivel de una fidelidad inteligente a un recuerdo, que después de todo merece otra cosa que una condena sin matices, su gesto sería respetable. Lo malo es que no son inteligentes, ni clarividentes. El complot de opereta que acaba de saldarse con la detención de un trío de oficiales activistas, es un testimonio. Lo malo es que han entrado en el mismo juego que sus adversarios históricos de extrema izquierda. (...)La ETA, el GRAPO, asesinan a militares o a magistrados para enloquecer al establishment y obligar al poder a la represión; los fascistas, no contentos con masacrar a abogados y poner bombas a la puerta de algunos periódicos, empujan a los militares a la rebelión para restaurar ese régimen duro cuyo advenimiento desean los terroristas vascos y las brigadas rojas españolas. (...)

Las apariencias no parecen justificar el optimismo. (...)

Sin embargo, no hay duda de que la situación del nuevo régimen no ha cesado, al mismo tiempo, de consolidarse. Asistimos actualmente en el País Vasco, lo mismo que en las calles de Madrid, entregadas a la contestación franquista, a una gran ofensiva de causas ya perdidas. (...)

Un poco de tiempo todavía y la partida puede ser, definitivamente, ganada por el Gobierno, justificando así el optimismo del teniente general Gutiérrez Mellado, ministro de la Defensa y gran moderador del Ejército. (...)»

20 noviembre

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