La clarificación del tema de las armas por parte del Gobiemo puede ser inmediata
Diversos indicios apuntan a una próxima clarificación del tema de las armas actualmente conflictivo en diversos puntos. Sobre los pormenores de la producción y el comercio armamentistas españoles, especialmente referido a material de defensa, iniciamos hoy una información que pretende deslindar lo legal de lo ilegal y aportar bases para el conocimiento general de estos asuntos, poco divulgados hasta ahora. En este sentido escribe Jesús de las Heras.
La próxima lectura de la interpelación parlamentaria al Gobierno, presentada hace tres semanas por la Comisión de Defensa del Congreso, podría ser la espoleta que, en breves días, pudiera hacer que aquél informara ampliamente de lo concerniente a las presuntas irregularidades cometidas en dos casos recientes de comercio de armas: el caso del Allul y el de la importación de 55 containers de proyectiles vacíos, tres de los cuales quedaron, al parecer, en Barcelona, y el resto fue detectado posteriormente en Suráfrica, ya convertidos en proyectiles de disparo.Según se ha podido conocer de fuentes económicas, el Ministeno de Defensa tiene gran interés en aclarar estos asuntos, en los cuales sólo tendría que ver, a nivel español, la empresa implicada, Barreiros Hermanos Internacional, SA (INBASA), y no el Gobierno.
Al parecer, el Ministerio de Defensa tiene en su poder el resultado de una «exhaustiva» investigación.
Por su parte, la Oficina de Información y Difusión del Mínisterio de Defensa ha manifestado a EL PAIS que «todo este asunto se está estudiando en instancias superiores y seguramente no tardará en tacilitarse toda la información necesaria». El mismo portavoz aconsejó: «En estos momentos, la prensa debe tener un poco de calma, no debe dejar se intoxicar por informaciones manipuladas, ni ser vehículo de posibles campañas desprestigiadoras desde sectores competitivos a nuestros comercio. Hay que ser realistas y ver lo que interesa a nuestra economía dentro de una coherencia política.»
Claridades y oscuridades en un panorama conflictivo
Con intención de contribuir a clarificar el tema armamentista español ante la opinión pública, así como explicar, precisamente, el verdadero alcance y significado de las palabras más arriba transcritas, iniciamos esta serie de informes.
En un detenido vistazo a la situación actual, el panorama que se ofrece presenta un cuadro conflictivo en, al menos, once puntos (véase EL PAIS del pasado miércoles, 15-11-78). Estos puntos se resumen así: conflictividad en el sector laboral de la marina mercante, peligro de indemnizaciones para algunas empresas exportadoras, presunta existencia de tráfico ilegal por parte de sectores españoles, presunto tráfico ilegal extranjero con diversas conexiones en España, existencia de un comercio español legal pero discutible a nivel político, polémica en torno al control de las exportaciones, desconocimiento del tema por parte de sectores sociales responsables, problemas de abastecimiento a las Fuerzas Armadas, posible capitalización extranjera de nuestra problemática interior, peligro de pérdida de prestigio español en el exterior y certidumbre de pérdidas de algunos contratos potenciales.
Los últimos incidentes salidos a la luz pública han puesto de relieve: el carácter, quizá, excesivamente secreto con que todavía se realizan todas las operaciones del proceso productor y comercial del sector armamentista español.
Más de una fuente comercial o gubernamental consultada coinciden en señalar que este relativo secretismo -o falta de divulgacíón adecuada del tema-, ha podido ser origen de ciertos confusionismos.
Hay cuatro Ministerios que entienden directamente en este asunto: Industria, Comercio, Asuntos Exteriores y Defensa.
En las gestiones practicadas para realizar este informe es muy pobre la información oficial facilitada por Comercio. Industria ha eludido la información, canalizándola exclusivamente a través del Instituto Nacional de Industría. Asuntos Exteriores sólo ha facilitado información oficiosa. Y el Ministerio de Defensa ha recomendado esperar primero, la Oficina de Información y Difusión de este Ministerio nos solicitó una carta explicando los puntos a tratar; después informó que la Dirección General de Armamento y Material, de quien depende este tema, al ser de reciente creación, no tenía aún documentación suficiente para abordarlo, y, por tanto, se trataría de canalizar la información a través de los organismos competentes del antiguo Ministerio del Ejército; finalmente se nos ha señalado que el asunto está en manos superiores, pero que la respuesta puede ser inmediata.
Ningún cambio fundamental
Hasta ahora no se ha producido ningún cambio fundamental en la estructura legal reguladora de la producción y el comercio armamentistas españoles, a excepción del nuevo Reglamento de Explosivos, por real decreto del pasado 2 de marzo y publicado en el BOE el pasado 7 de septiembre.
Al oscurantismo que padecemos ha contribuido también esta diversificada legislación, que arranca con el Reglamento de Armas y Explosivos de 27 de diciembre de 1944, y continúa con numerosas derogaciones y nuevas disposiciones. En opinión de algunos expertos, existen algunas lagunas donde se puede nadar y guardar la ropa en el álo de lo legal. Al amparo de esto, se han producido actuaciones de tráfico ilegal, así como las de discutible criterio político.
Al intentar obtener datos para clarificar el tema, en el fondo documental de lo ya publicado, es fácil detectar datos tan intoxicados como los siguientes: se dice que los rifles del Allul eran armalites (arma potencial de guerrilla o de terrorismo) y, sin embargo, eran fal (arma adecuada para fuerzas armadas regulares); se dice que Motor Ibérica había exportado tanques y la única empresa española que fabrica carros de combate es Santa Bárbara; se dice que el director general de la compañía exportadora Defex, SA, era el general Cabanillas Prosper, antiguo consejero de la tristemente famosa empresa Sofico, y es también un dato erróneo; se llega a citar el nombre de una persona relacionada con estos negocios, pero fallecida hace varios años, como el acompañante de la duquesa de Franco cuando fue recientemente retenida en Barajas; y, en fin, se mezclan aspectos típicos del tráfico ilegal con cuestiones del tráfico o comercio legal.
Pero ni los organismos oficiales competentes ni las empresas privadas del sector parecen tener mucha prisa en aclarar estas dudas.
Hacia una clarificación
¿Cómo clarificar esta situación? ¿Qué produce España? ¿Qué compra? ¿Qué vende? ¿Cómo lo hace? ¿Qué es lo conveniente? ¿Qué es lo inconveniente? ¿Qué controles existen? ¿Qué otros controles pueden establecerse? ¿Cuál es la realidad de España a nivel internacional?
No es posible obtener declaraciones, a nivel de directores o subdirectores. generales responsables en la materia. Portavoces autorizados se limitan a decir:
«En el Ministerio de Industria no existe registro de fábricas de armamento. Si acaso, podría recopilarse consultando las empresas registradas en las distintas provincias, pero no sería muy -fiable, porque una empresa puede figurar como productora de tornillos, pero no especificar que son componentes de material de defensa, etcétera. Tienen que informarse en el Ministerio de Defensa.»
Del INI conseguiríamos, al fin, una considerable información, que seguiremos facilitando.
En cuanto a Comercio, la respuesta fue de este corte: «La importación de armas sólo puede hacerla el Ejército. La exportación sólo puede hacerse a través de la Junta Interministerial de Venta de Armamento, compuesta por representantes de Defensa, Exteriores, Industria y Comercio, presidida por el subdirector general de Exportaciones Industriales, de este Ministerio, actualmente, Bartolomé Bonet.»
«No tenemos datos sobre importación o exportación -añadiría-, a excepción de los que reflejan los anuarios de la Dirección General de Aduanas, relativos, principalmente, a armas cortas y escopetas de caza, los cuales constituyen una partida tangencial, de poco relieve, en el verdadero comercio de armamento. La información sobre este tema se lleva con bastante reserva. Aquí no podemos decir más. »
Finalmente, Exteriores, de forma oficiosa, facilitó una información que transcribiremos más adelante. Y Defensa tiene la última palabra, para completar los datos obtenidos por otras fuentes, entre ellas, las empresariales del sector.
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