Las píldoras anticonceptivas, unidas con el tabaco, multiplican el peligro de infarto
Píldora anticonceptiva más tabaco, igual a multiplicación sensible de infartos en las mujeres. Fue una de las más importantes conclusiones de talla expuestas, durante el últimó fin de semana, en el palacio de Congresos de París, a lo largo de un coloquio sobre los riesgos y ventajas de la píldora anticonceptiva tras veinte años de experiencia en este país. Varios millares de médicos, convocados por los que introdujeron el empleo de la píldora en Francia, advirtieron que no deseaban alarmar, pero sí centrar la atención en un hecho que les parece evidente: la píldora no es una medicina inocente.
De entrada, algunas cifras útiles: en Francia viven cerca de doce millones de mujeres en edad de administrarse anticonceptivos. De ellas, casi cuatro millones son las que realmente los utilizan. Esta última cifra se reparte desigualmente, según las regiones. París, por ejemplo, figura en cabeza, con el 35% de hembras practicantes de la anticoncepción. Las evaluaciones anteriores se refieren al uso de la píldora. Además, un millón largo de mujeres emplea los otros dos métodos, el esterilet y la llamada anticoncepción local. Conviene saber igualmente que, en este país, la píldora se legalizó hace diez años, pero hace veinte años ahora que por primera vez, los médicos pioneros de la contracepción empezaron a recomendarla a sus clientes. Estos médicos son los que, a través de la publicación Anticoncepción, fertilidad, sexualidad, organizaron el coloquio ya evocado con el fin de realizar un balance específicamente francés sobre los efectos de la píldora en la salud de las mujeres. Inglaterra y Estados Unidos se han adelantado en este terreno y, hace varios años llegaron a resultados similares. Ahora bien, el patrimonio genético y la gastronomía, no son los mismos en Francia y en el mundo anglosajón, y estas dos variantes son esenciales a la hora de evaluar los peligros cardiovasculares que acechan a una población determinada. De aquí el interés de este primer balance francés, fundado en estudios continuos realizados durante el último año a partir de una vigilancia adecuada de 100.000 mujeres.
Grasa en la sangre
¿Qué efectos produce la píldora en las hormonas naturales femeninas? Según los estudios citados, el primero, y más importante es el aumento de grasas en la sangre. Este aumento de grasas favorece el peligro de la arterioesclerosis, es decir, estropea las arterias y, con ello, aumentan las posibilidades de que se taponen o que se rompan: en el primer caso el resultado puede ser el infarto; en el segundo, la hemorragia. Otro riesgo importante sería el relativo al aumento de tensión, sobre todo en las mujeres que ya padecen dicha enfermedad. La suma de estos dos factores (grasas y tensión, además de otros más secundarios) promueve con más facilidad la formación de bolas en las venas que, enviadas a distancia por la circulación sanguínea, provocan el infarto o la embolia. El peligro de infarto, cuando una mujer toma la píldora, se multiplica por dos, estiman los especialistas.Pero cuando la mujer pildorizada fuma, por añadidura, el peligro se multiplica por 11,7. Un médico británico ya había dicho hace tiempo que la salud de las señoras mejoraría notablemente si «se vendiera libremente la píldora y sólo con receta el tabaco». Algunas cifras han ilustrado, en el coloquio parisiense, las anotaciones anteriores: sobre 100.000 mujeres vigiladas de cerca durante un año, murieron veintiséis que utilizaban la píldora por trastornos circulatorios, contra cinco que no tomaban anticonceptivos. Sin embargo, la píldora protegería a las mujeres contra el cáncer, ya que, en el mismo período de tiempo murieron quince pildorizadas y veintinuna de las que se abstenían.
Todas estas conclusiones no serían definitivas, ya que varios factores podrían modificarlas. En primer lugar, las precauciones y vigilancia que aconsejan los médicos, según sus estudios, afectaría sobre todo a las mujeres mayores de treinta años. Cuanto más maduras, más peligros. En segundo lugar, las observaciones precedentes se han operado, en su mayoría, con señoras que tomaban las píldoras antiguas. Sabido es que existen varios tipos de píldoras, según la dosis de estrógenos y progestativos: las píldoras clásicas, o antiguas, contenían cien gamma (una gamma es igual a un milésimo de miligramo) y las actualmente llamadas minipíldoras contienen sólo cincuenta gammas, lo que disminuye enormemente los peligros, de aumento de sangre y de tensión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.