"Pinochet pretende liquidar el movimiento obrero de Chile"
EL PAÍS. Recientemente, las autoridades chilenas han proscrito las centrales sindicales y han tomado medidas represivas sobre los trabajadores. ¿Podría caracterizar el alcance de estas disposiciones?Corvalán. La prohibición de siete federaciones,nacionales de sindicatos y la remoción manu militari de los dirigentes de los miles de organizaciones sindicales de empresa, demuestran que Pinochet se propone liquidar el movimiento obrero de mi país y aplastar sus luchas. Lo hace en el preciso momento en que se observa un ascenso en el combate de los trabajadores por sus intereses y sus derechos. Se trata de una ofensiva brutal, fascista, que ya ha despertado una gran protesta en el interior del país y también en las organizaciones sindicales de decenas de otros países. Quiero agregar que estoy completamente seguro que Pinochet «ha ido a por lana y saldrá trasquilado». Nada ni nadie podrá destruir la organización de los trabajadores chilenos, que para ellos es un elemento vital. O Pinochet da marcha atrás o los trabajadores sabrán descubrir otras formas orgánicas y otros medios de expresión.
P. ¿Existen riesgos reales de enfrentamientos bélicos entre Chile y Argentina, a propósito de la disputa de la soberanía del canal del Beagle?
R. Ese peligro es real. En ambos países hay sectores chauvinistas partidarios del camino de la guerra, y no del de la paz y, sobre todo, hay empresas multinacionales interesadas en un enfrentamiento armado, dada la importancia geoestratégica de la zona y la riqueza ictiológica y petrolífera que allí hay. Pinochet, particularmente, trata de sacar ventaja, de afirmar su dictadura en el seno de las fuerzas armadas, mediante el chauvinismo y una política irresponsable en el manejo de las relaciones con Argentina y Bolivia. Pero los pueblos de Argentina y Chile, Bolivia y Perú no quieren la guerra, sino la paz.
P. Si se desencadenaran hostilidades ¿qué preconizaría su partido?
R. Primero, condenaríamos cualquier acto de agresión, del lado que partiera. Segundo, levantaríamos, por así decirlo, la consigna del alto el fuego. Una vez más, nos pronunciaríamos por la solución amistosa, y para ello nos apoyaríamos en las fuerzas patrióticas que comprenden que una guerra entre países hermanos sería una tragedia, y que de tal guerra sólo se beneficiarían los imperialistas. Estas fuerzas existen y son capaces de neutralizar y hacer retroceder a los partidarios del conflicto armado.
"Pinochet es un creación norteamericana"
P. ¿Cree usted que la política de presidente norteamericano, Jimmy Carter, puede precipitar cambios sustanciales en la cúpula político- militar chilena?R. Como todo el mundo sabe, y tal como lo reveló el Senado norteamericano en su investigación, Pinochet es una creación del imperialismo norteamericano.
No tengo ninguna ilusión en el señor Carter y, por otro lado, estoy convencido de que la caída de la dictadura será el fruto de la lucha de nuestro pueblo y no de lo que pueda hacer el Gobierno de Washington.
P. En el seno de la oposición chilena, Democracia Cristiana y Unidad Popular, ¿cuáles son las principales trabas que existen para la materialización de una alianza política formal, con un objetivo antidictatorial común?
R. Lo que caracteriza las relaciones entre las fuerzas democráticas chilenas no son, precisamente, las trabas, sino los avances que se van logrando para superarlas. Y es claro que nosotros pensamos que deberían acelerarse los esfuerzos en esta dirección, con vistas a un acuerdo en toda la línea, tanto para terminar con la dictadura como para conducir al país al establecimiento de un régimen democrático superior al que había ayer.
P. Sin embargo, usted no niega la existencia de tales trabas. ¿Cuáles son éstas?
R. Sí las hay. Algunos se niegan a un entendimiento de todas las fuerzas democráticas pero los que así piensan no son los más, aunque tienen influencia...
P. ¿Se refiere a algún sector de la Democracia Cristiana chilena?
R. Yo no quiero hablar de sectores. Hablo en general de una tendencia que espero no prevalezca, porque Chile necesita el reencuentro de todos sus hijos, el entendimiento de todas aquellas fuerzas democráticas que ayer se pelearon entre sí y de cuyas disputas se aprovecharon los que urdieron y perpetraron el golpe fascista de 1973. Nosotros estamos contra todo tipo de exclusión. No por nosotros, sino pensando en el país y en el pueblo.
P. ¿Y si el PC de Chile quedara excluido de un eventual Gobierno provisional?
R. Espero que ello no ocurra. Y reitero que no por nosotros mismos, pues en definitiva el problema principal no sería para los excluidos, sino para los excluidores, con perjuicio, además, para el pueblo. Esto sí que nos preocuparía.
P. ¿Hasta qué punto los poderes que tienen un ascendiente real sobre la política de Chile, como podría ser Estados Unidos, tolerarían la presencia de comunistas en un Gobierno provisional de salida a la Junta Militar de Pinochet?
R. El pueblo de Chile no tiene que pedirle a nadie permiso para determinar el tipo de Gobierno democrático que debe suceder a la Junta.
P. Respecto a las Fuerzas Armadas, ¿cómo verían un Gobierno provisional mixto, en base a la Democracia Cristiana y a la Unidad Popular, incluido el Partido Comunista?
R. Quisiera poner énfasis en un hecho indiscutible. Para resolver los problemas del país y darle a Chile un Gobierno estable, sólido y creador, se requiere el concurso y el entendimiento de todas las fuerzas democráticas, básicamente entre la DC y la UP. Somos de la opinión de que en tal Gobierno pueden participar también las Fuerzas Armadas, tras desprenderse del grupo fascista que las llevó a ponerse en contra del pueblo. Es deseable que la idea de este Gobierno amplio se abra paso en el seno de las Fuerzas Armadas, porque responde a una necesidad para Chile.
P. Según eso, el Partido Comunista de Chile, después de las persecuciones y proscripciones de que ha sido objeto, ¿está dispuesto a practicar una política de reconciliación con las fuerzas armadas de Chile?
R. Categóricamente, sí. Pero con las fuerzas armadas, no con Pinochet y su camarilla.
P. Entonces, ¿están ustedes a la espera de un golpe militar?
R. Lo que nosotros patrocinamos es el entendimiento y la acción de todas las fuerzas democráticas antifascistas y no fascistas, civiles y militares, y, ante todo, la lucha de los trabajadores y de las masas populares de Chile.
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