Telegramas de felicitación del Rey y del presidente del Gobierno

Juan Carlos I, rey de España, ha enviado al papa Juan Pablo II, el siguiente telegrama de felicitación: «Con viva complacencia hago llegar a Vuestra Santidad Icis sentimientos de júbilo de la nación española por vuestra elevación al pontificado. En nombre de la Reina y en el mío propio recibid nuestra adhesión personal y nuestros fervientes votos por un fecundo pontificado que contribuya a marcar en el mundo el camino de la justicia, de la libertad y de la paz y el respeto y la dignidad de la persona humana. De Vuestra Santidad devotísimo hijo, Juan Carlos, Rey.»Adolfo Suárez, presidente del Gobierno, envió también un telegrama en términos similares.

Landelino Lavilla, ministro de Justicia, declaró: Efectivamente es una sorpresa a la vista de los vaticinios y previsiones de los informadores. Con su elección se ha dado un paso en una doble línea: es un Papa no italiano y es un Papa joven. Es, por otra parte, un hombre de gran prestigio, que se ha, significado en el Sínodo de los. Obispos y que tiene una profunda formación teológica y filosófica. Posee además una gran experiencia pastoral en un mundo difícil, de convivencia con el marxismo, en cuyas doctrinas ha profundizado bastante. Estoy seguro que será un pontificado muy fructífero para el bien de la Iglesia y del mundo.»

Monseñor Luigi Dadaglio, nuncio de Su Santidad en España, comentó que: «Estoy sumamente contento. Que sea un Papa polaco me parece muy hermoso. Creo que va a ser un Juan Pablo II de verdad. Creo yo que será un re formador según el espíritu del Concilio Vaticano II y el deseo del mundo cristiano que ansía por la gran renovación auténtica fundamentada sobre el depósito de la fe, es decir, sobre lo que es inmutable. Este nombramiento es un premio al pueblo polaco por sus grandes virtudes cristianas. Es una gran persona, un hombre culto, un hombre muy pastoral, sencillo, humilde, alegre, espontáneo, un hombre de Dios muy cerca del pueblo y, por ser hombre de Dios, diría que es un hombre libre.»

Antonio Jiménez Blanco, portavoz de UCD en el Senado y miembro de la Comisión Mixta, señaló que: «Me ha sorprendido la elección de Juan Pablo II por el hecho de no ser un Papa italiano. Como católico que soy, acepto la decisión del cónclave y espero que sea un gran Papa. El hecho de haber toniado el nombre de Juan Pablo II parece indicar el deseo de continuar el buen espíritu de su antecesor, que ha durado tan pocos días, y sumar, por otra parte, dos herencias, la del papa Juan y la del papa Pablo.»

Enrique Tierno Galván, presidente honorario del PSOE, comentó por su parte: «La elección tie ne una importancia grande e histórica, puesto que hace muchos siglos que no había habido un Papa que no fuera italiano. La elección de un Papa no italiano significa un giro en el hilo de la historia y tiene una gran importancia simbólica. Creo que también va a tener una importancia práctica. Hay otro hecho que supone también un cambio gigantesco. Y es que procede del Este, de los países que están en vías o camino hacia el socialismo. Eso significa que es una persona que tiene una clara conciencia del peso y poder del Estado, de las condiciones de los individuos enfrentados, sometidos o viviendo en el ámbito de un Estado que ejerce un poder grande y con la máxima fuerza. Además puede ejercer un papado que tenga una dimensión nueva porque puede hacerlo, si quiere, con una visión apostólica renovada. No es lo mismo provenir de una sociedad muy clasista que de una sociedad en la que, al menos en principio, se defiende la igualdad de las clases y, durante algún tiempo, la dictadura del proletariado.»