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Hassan II gestionará el próximo mes en Washington el envío de armas para el Sahara

El agravamiento de la tensión entre Marruecos y Argelia coincidió ayer con la noticia de que el rey Hassan II realizará por fin su varias veces aplazado viaje a Washington a mediados del próximo mes de noviembre. En medios del Departamento de Estado norteamericano se confirmó que la visita del monarca de Marruecos está prevista para ese mes, pero que aún no se ha fijado fecha concreta para la misma.

Marruecos presentó hace ya algún tiempo una «lista de compras» de material bélico estadounidense, dedicado especialmente a la lucha anti-guerrillera, pero existe fuerte oposición en el Congreso norteamericano a la entrega de esas armas y la Cámara de Representantes ha realizado varias audiencias para analizar el conflicto del Sahara y la utilización de equipo militar made in USA por el ejército marroquí en la antigua colonia española, lo que está prohibido en los acuerdos entre Rabat y Washington, ya que Norteamérica no ha reconocido la soberanía de Marruecos sobre el Sahara occidental.En cuanto a España, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí declaró a la prensa española que su Gobierno no cree que Madrid haya cambiado su postura sobre el conflicto, e insistió en que Marruecos ve con buenos ojos las ofertas españolas de buscar una solución pacífica y que, después de la firma del acuerdo de Madrid, España no tiene nada que ver con la tensión en el área Bucetta ignoró la referencia al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui contenida en el discurso del ministro español, Marcelino Oreja, ante la asamblea general de la ONU.

Discurso marroquí en la ONU

«La recuperación de la integridad territorial de Marruecos es un proceso irreversible, que no puede ser objeto de ninguna negociación o diálogo», dijo ayer, ante la asamblea general de la ONU, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores Mohamed Bucetta, quien acusó a Argelia de haber cometido dos agresiones contra su país en fechas recientes.Bucetta, que había presentado e día anterior una carta de protesta de su Gobierno contra Argelia al secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, hizo en su discurso ante la XXXIII Asamblea General, una sola referencia a España, cuando dijo que la firma del acuerdo de Madrid en 1975 «puso fin a toda responsabilidad española en la región».

El ministro marroquí afirmó que el acuerdo de Madrid devolvió a Marruecos y Mauritania «su soberanía plena sobre el territorio del ex Sahara español». La tensión en la zona, continuó Bucetta, se debe a una «agresión premeditada, armada, financiada y orientada por un país vecino contra Marruecos y Mauritania con el objetivo de atentar contra su integridad territorial».

Tras afirmar rotundamente la irreversibilidad de la «recuperación» del Sahara, el canciller marroquí declaró que su país sigue estando abierto a cualquier cooperación constructiva y fructífera en el marco del Mogreb árabe.

Uld Mohamed Laghelaf, ministro de Asuntos Exteriores de Mauritania intervino también ayer ante la Asamblea General, con un breve discurso en el que se refirió al conflicto del Sahara en términos moderados y conciliadores, pero sin aportar ninguna propuesta concreta. «Mauritania, dijo Laghdaf, ha decidido desencadenar, desde el 10 de julio de 1978, de una manera responsable, la dinámica de la paz». Más adelante, el canciller mauritano indicó que «nuestro deseo es pasar esa página sombría de nuestra historia y de comprometernos resueltamente en el camino de la paz».

Tras hacer referencias retóricas a la hermandad e identidad entre los pueblos del Mogreb árabe y al derroche incalculable en hombres y material que está suponiendo el conflicto, el ministro Laghelaf dijo que su Gobierno, surgido del golpe de estado de julio pasado que derrocó al presidente Uld Dadah, «reitera solemnemente su voluntad pacífica e invita a sus vecinos a unirse a él y a consagrar sus esfuerzos hacia esta meta».

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