En favor de la paz

Profesor de Harvard (EEUU) y con gran experiencia como director del Centro de Estudios para la Educación y Desarrollo en esa Universidad, Adam Curle fue profesor invitado en el departamento de Psicología Social de la Universidad de Oxford. Desde 1952 a 1956 profesó educación y psicología en la Universidad de Exeter. Asimismo, y durante tres años, fue nombrado profesor de la Universidad de Ghana (1959-1961).Conocemos, naturalmente, la enorme profusión que al tema de la paz y las relaciones pacíficas se viene dando en numerosas publicaciones.

Adam Curle, sin embargo, tiene «soluciones» concretas y aplicadas en los catorce casos a los que hace mención a lo largo de las páginas de su libro.

Este libro fue editado en Londres en 1971 con el título de Making peace, y se compone de dos partes y una extensísima bibliografía que es de gran utilidad para aquellos que desean profundizar sobre el tema.

El autor no es abstracto ni empirista. Muy concreto y realista, ha dividido su libro en dos partes muy generales quizá, pero también enormemente útiles y prácticas.

Si ha utilizado la generalidad ha sido debido a la gran profundidad y complejidad del tema de la conflictividad en nuestros días. La primera parte es un Estudio de casos de relaciones no pacíficas, que sitúa a las mismas en los países pobres y los occidentales.

En ellas esboza minuciosamente diversos problemas: la Universidad y el Gobierno en Ghana, el problema de los negros y blancos en Suráfrica, los pueblos paquistaníes y el Gobierno, la repatriación de los prisioneros de guerra, los patronos y obreros y algunos pueblos de Inglaterra y los Gobiernos locales. La segunda parte es más profunda psicológicamente hablando. Nos proporciona algunos pasos dirigidos hacia la práctica de buscar la paz, algo que él dice: «Es preciso por lo que luchar y una vez conseguido mimar y proteger con fuerza y arte.»

Señala que si bien es verdad que nuestras fuerzas son escasas con respecto a los numerosos casos de conflictividad externa, también es cierto que un pequeño grado de contribución práctica, en relación con cualquier conflicto es siempre valiosísimo, primero a nivel personal y, lógicamente, después, universal.

La ideología principal del libro es original. En esencia, dice: «Yo entiendo por conflicto incompatibilidad.»

Su idea central es que incluso en aquellas ocasiones en que por falta de concienciación de la realidad parece no existir conflicto, al menos potencialmente lo hay, siendo esto la semilla de una futura rebelión.

Enumera diversos grados de concienciación con respecto a un determinado conflicto: máxima conciencia del conflicto (guerra de Nigeria), mínima conciencia del conflicto (faquires nishkin) y, por último, ausencia de conflicto, o sea, relación pacífica.

En esa lucha entre la concienciación del problema y su resolución está el equilibrio o desequilibrio. Lenin, comenta, decía: «Cuando el esclavo toma conciencia de su estado, ya es medio libre.»

Indudablemente, y en esto hace mucho hincapié, no basta con la percepción del conflicto por medio de una sola de las partes implicadas. Es preciso la toma de conciencia por medio de las dos partes. También dice que la mayor parte del concepto de paz no es sino la falta de concienciación y de soluciones de los conflictos, por medio de ignorar los mismos, o no darles la importancia adecuada.

Para lograr un profundo conocimiento de nuestras problemáticas internas y sociales es preciso un enorme grado de cultura y una gran disposición a cambiarnos nosotros mismos, por medio de un enfoque valiente y real, exentos de esa careta llamada personalidad, que no siempre corresponde al que la usa exactamente con la imagen que nos hayamos fabricado para los demás.

«Nada libera tanto como la enseñanza», dice, y así, propugna por un cambio importante en las universidades de las que pone un ejemplo concreto y concluye por indicamos y explicarnos las etapas que conducen a la búsqueda de unas relaciones pacíficas y equilibradas: investigación (datos numéricos, etcétera), conciliación (búsqueda, de un tercer elemento conciliador), transición (relaciones pacíficas. Este punto está ampliamente expuesto), desarrollo, educación y confrontación.

El autor ha publicado también otros libros en relación con el tema de las relaciones humanas: educación liberadora, estrategia educativa.

Estudioso de las ideas de Adorno, Marcuse, Paul Freire, Suzuki y Furtado, creo que proporciona datos e ideas sumamente importantes para acercarnos un poco mas a la problemática de la pacificación en la que todos estamos absolutamente implicados.