El Museo do Pobo Galego no ha recibido las subvenciones prometidas
Recientes declaraciones del ministro de Cultura sobre subvenciones causaron enorme sorpresa entre los miembros del patronato que rige el Museo do Pobo Galego. Según manifestó Pío Cabanillas en La Coruña, contestando a una pregunta qué le hizo EL PAÍS, «el Museo do Pobo Galego está gozando de la preferencia del ministro y del Ministerio, y ya le fueron adjudicados cinco millones de pesetas cuando se inauguró». La junta rectora del museo contestó ayer veladamente a las palabras del ministro, sin aludir directamente al asunto. Se desprende, sin embargo, de la nota dada a los medios ingormativos, el malestar causado por las palabras del ministro, como lo demuestra el hecho de que la declaración oficial del museo, que cita a todos los organismos y personas de los que ya recibió ayuda efectiva, no habla para nada de subvenciones recibidas por cuenta del Ministerio de Cultura.
La realidad es, según pudo saber EL PAÍS de fuentes totalmente fidedignas, que por ahora el Museo do Poco Galego no recibió todavía una sola peseta. Efectivamente, Pío Cabanillas prometió otorgar una subvención de cinco millones de pesetas cuando acudió a Santiago para inaugurar el museo hace nueve meses. Dicha cantidad iría destinada por la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural a las obras de restauración y consolidación del convento de Santo Domingo, en cuyas dependencias fue instalado el Museo do Pobo Galego. Se habló también entonces de otra subvención de cinco millones más para realizar obras en la huerta que rodea el edificio y que también será destinada al complejo museístico: Desde entonces, ni el patronato ni la junta rectora del museo volvieron a saber qué pasa con el dinero prometido.
Sus responsables no saben tampoco qué sucede con la petición cursada al Ministerio para establecer un convenio que facilite la Financiación parcial del museo. Realmente este sería el único camino directo para que Cultura subvencionase las salas de la entidad gallega, ya que las otras ayudas ofrecidas hasta ahora no van destinadas propiamente al museo, sino a restaurar y consolidar el edificio que le da albergue y que ya era antes pertenencia del patrimonio artístico.
En algunos medios culturales gallegos se extiende la impresión de que la política del Ministerio con respecto a Galicia se produce más de cara a la galería que hacia acciones eficaces. En este sentido, dichas fuentes citan también el caso más reciente del museo de Pontevedra, en el que Pío Cabanillas estuvo el martes para confirmar la subvencic5n de un millón de pesetas que los medios oficiales dieron ya como cantidad entregada.
De todas maneras, el Museo do Pobo Galego sigue adelante y abrió hace pocos días nuevas salas. Hasta el momento, cuenta con departamentos de cestería, tejidos, cerámica, hojalatería, zoqueiros y mar. Desde que fue inaugurado, hace nueve meses, pasaron por sus salas más, de 13.000 personas, de las que 9.000 pagaron la entrada. Tienen acceso libre y gratuito obreros, campesinos, jubilados, niños, escuelas y colegios.
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