Hoy comienza en Moscú el juicio contra dos periodistas norteamericanos
El juicio sin precedentes a que serán sometidos por libelo dos corresponsales norteamericanos en la Unión Soviética comenzará hoy en ausencia de los acusados. El presidente de la sala, Lev Almazov, señaló el martes, 18 de julio, como fecha en que se verá el caso contra Craig Whitney, de The New York Times y Harold Piper, de The Baltimore Sun, cuando ambos informadores comparecieron ante él el pasado 7 de julio.
Los dos periodistas informaron entonces al juez Almazov que no tenían intención de tomar parte en el juicio y posteriormente salieron para Estados Unidos a pasar unas largas vacaciones.Funcionarios del Comité Soviético Estatal para Radio y Televisión presentaron una querella contra los informadores norteamericanos por difamación -el equivalente soviético del delito de libelo en la legislación occidental- alegando que fueron insultados y vejados por artículos escritos por ambos periodistas y posteriormente publicados en Estados Unidos.
Las autoridades soviéticas se referían a informaciones escritas por Whitney y Piper en las que, citando palabras de disidentes georgianos, decían que funcionarios de la televisión soviética habían inventado las confesiones filmadas del activista georgiano Zviad Gamsakhourdia.
Según la ley soviética, el juez Almazov puede aplazarla vista del caso hasta más adelante, sobreseerlo, o, si el funcionario soviético insisten en seguir adelante con el proceso, podría juzgar a Whitney y Piper en ausencia.
Los norteamericanos informaron al tribunal que la acusación de libelo, contra ellos personalmente, tiene un defecto, puesto que según la legislación soviética se debiera haber acusado también a sus periódicos y a sus directivos.
Además, los periodistas norteamericanos declararon que ningún tribunal soviético goza de jurisdicción sobre artículos publicados y circulados dentro sólo del territorio estadounidense.
Según la legislación soviética, el juez podría ordenar a Whitney y Piper que se retractaran por escrito de lo dicho en sus artículos y multarles con 430 dólares a cada uno (unas 34.000 pesetas).
Estados Unidos ha dejado bien claro que cualquier otra medida adoptada contra los dos corresponsales norteamericanos será contestada con «adecuadas medidas» contra periodistas soviéticos destinados en Washington.
Por otra parte comenzó ayer en la localidad de Gorolnya, un nuevo proceso contra el disidente Lev Lukanyenko, abogado de cincuenta años, afiliado al grupo ucraniano, de aplicación de los acuerdos de Helsinki en la URSS.
Lukanyenko -detenido desde febrero del pasado año, como Yuri Orlov, Alexandre Guinzburg, y Anatoly Shcharansky, todos ellos condenados recientemente a duras penas de prisión y campamento de trabajo- fue acusado de «agitación y propaganda antisoviética».
El abogado ucraniano, que puede ser sentenciado a quince años, fue condenado a muerte en 1961, pero la pena le fue conmutada por quince años de trabajo en régimen severo. La acusación fue de «traición a la patria» por «intentar la creación de un grupo de autodeterminación de Ucrania», trascendió de fuentes de la disidencia.
Por otra parte, el martes comenzará en Moscú la vista en apelación de Yuri Oriov, ante el Tribunal Supremo de la URSS, según anunciaron fuentes allegadas al grupo de Helsinki.
Las mismas fuentes dijeron que el juicio contra Alexandre Prodabinek. de veinticinco años, que denunció la utilización de la psiquiatría para la represión de la disidencia, podría empezar también esta misma semana en la capital rusa.
En cuanto a las relaciones con Estados Unidos la Unión Soviética advirtió ayer, que «fuerzas influyentes norteamericanas» están «provocando la vuelta a la guerra fría».
Pravda dijo que Estados Unidos «tratan de dar marcha atrás al proceso de la distensión», pretendiendo arrancar de la U RSS y de la comunidad socialista «concesiones unilaterales».
El portavoz del comité central del PCUS, refiriéndose a las conversaciones SALT-II sobre limitación de armas estratégicas. señaló que la Administración norteamericana «no tiene todavía claro» el método a seguir «para garantizar la futura seguridad de Estados Unidos».
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