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Estados Unidos propone un canje de dos soviéticos disidentes por espías soviéticos

El Gobierno norteamericano estaría dispuesto a canjear dos presuntos espías soviéticos, recientemente detenidos en Nueva Jersey, por los dos disidentes condenados a sendas penas de prisión esta semana en la URSS, según informaciones sin confirmación oficial que circulaban ayer en Washington. La cadena de radio NBC afirmó, por su parte, que las dos potencias habrían iniciado contactos orientados a tal fin.

Las penas impuestas a Anatoly Shcharansky y Alexander Guinsburg, de trece y ocho años de trabajos forzados respectivamente, han levantado una oleada de indignación en los medios políticos y periodísticos de Estados Unidos. Pero, al mismo tiempo, se asegura que la Administración Carter no considera terminado este asunto y se esforzará por conseguir el, canje de los disidentes o, por lo menos, una reducción de las sentencias dictadas por los tribunales soviéticos.Lo delicado del tema obligaría a encuadrar estos esfuerzos en el marco de la «diplomacia secreta» y, presumiblemente, los resultados de tales gestiones no se materializarían en un plazo breve. El interés norteamericano por los dos disidentes se debe, por un lado, al hecho de que el presidente Carter se comprometiera en defensa de Anatoly Shcharansky, cuando negó públicamente los contactos de éste con la CIA, base de la acusación soviética, y, por otro lado, al carácter de símbolo de la oposición en la URSS adquirido por Shcharansky.

No parece claro, sin embargo, el que Moscú esté dispuesto a acceder a un canje, ni mucho menos a una suavización de las penas impuestas a los dos disidentes. Los rumores que se barajaban ayer en la capital de Estados Unidos apuntaban tanto a los dos presuntos espías rusos detenidos hace unas semanas como a otros encarcelados en algún país de Europa occidental, que servirían de base para el canje.

Piden represalias

Apenas conocida la sentencia condenatoria dictada contra Shcharansky, varios miembros del congreso norteamericano hicieron duras declaraciones contra la URSS. Los senadores conservadores, Moyniham y Jackson, pidieron como represalia la cancelación de los contratos de venta de ordenadores electrónicos norteamericanos a la Unión Soviética. Otros legisladores se mostraron partidarios de que la Administración Carter congele sus relaciones con Moscú, aun a costa de un fracaso de las conversaciones SALT II o de una posible vuelta a la guerra fría.

Mientras que el dirigente sindical Georges Meany, conocido por su ideología conservadora, calificaba a Leónidas Breznev como «el líder de un sistema de barbarie», la esposa de Anatoly Shcharansky llegaba a Washington en busca de apoyo para su marido.

Avital Shcharartsky, de 27 años, será recibida por el vicepresidente Walter Mondale y por influyentes miembros del congreso. Entre las peticiones de la señora Sheharansky, destinadas a ejercer presión sobre las autoridades soviéticas, figura una. hecha al comité olímpico internacional para que los juegos olímpicos de 1980 no se celebren en Moscú, como está previsto, y sean trasladados a otro país como protesta por los procesos contra los disidentes.

La Administración Carter, decidida por un lado a segu- ir adelante con las conversaciones SALT y comprometida, por otro, en una campaña en pro de los derechos humanos, debe ahora moverse con el máximo tacto si quiere conseguir la libertad o la reducción de condena para Shcharansky y Guinsburg, que serían muy bien recibidas por el electorado norteamericano. Sobre todo cuando se piensa en Washington que las condenas impuestas a los dos disiden Les son un claro aviso de Moscú a Carter para que abandone sus críticas a la URSS y se convenza de que la campaña pro derechos humanos se queda en el campo de la retórica o supone el fin de las conversaciones sobre limitación de armas estratégicas.

Intercambio de espías

La posibilidad de negociar un intercambio de los disidentes soviéticos por otros dos supuestos espías que hacen frente a acusaciones graves de espionaje ante tribunales norteamericanos, surgió dentro de la comitiva que acompaña al presidente Carter en su viaje a Bonn para asistir a la cumbre econórruca occidental. El tema fue dado. con gran relieve por la radio norteamericana e Incluso una emisora, la NBC, afirmó que se habían realizado algunos contactos a nivel diplomático para explorarsus posibilidades. No se facilitó, sin embargo. ninguna información otlicial al respecto ni siquiera se informó sobre el lugar donde se estarían realizando dichos encuentros.

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