Comienza en Estados Unidos un programa terapéutico a base de marihuana
El Estado de Nuevo México (Estados Unidos) ha certificado que un joven de 27 años es la primera víctima de cáncer que acude a beneficiarse del primer programa legal en el que se utiliza la marihuana como producto terapéutico. George S. Goldstein, secretario de Sanidad y Medio Ambiente del Estado de Nuevo México, ha dicho que las instituciones que controlan en Estados Unidos el tema de los medicamentos y la alimentación aprobarán pronto el programa, que podría ponerse en práctica en el plazo de un mes.
El pasado año las autoridades de Nuevo México acordaron promover un programa de investigación sobre las cualidades terapéuticas de la marihuana. Se dijo entonces que el uso de la marihuana «puede aliviar la náusea y otros efectos causados por la quimioterapia. Además, puede disminuir los efectos perjudiciales del glaucoma».El primer paciente que se acogerá a este programa científico va a ser Lynn Pierson, que ha venido fumando marihuana de modo ilegal durante los últimos dos años para aliviar la dolorosa y debilitadora náusea causada por la quimioterapia.
«Ahora sé que dependo enteramente de la marihuana para toda mi vida», dijo el señor Pierson, cuyo peso ha bajado de cerca de ochenta kilos a algo más de cincuenta desde que se le manifestó un cáncer de pulmón, hace tres años.
Daniel Dansak, psiquiatra y miembro del comité que permite el ingreso de enfermos en la unidad hospitalaria en la que ha de desarrollarse el programa médico, ha afirmado que cerca de un centenar de los diez mil enfermos de cáncer que hay en Nuevo México estarán en circunstancias de satisfacer las exigencias del consejo médico al que él pertenece. En las mismas declaraciones, indicó que habría menos enfermos de glaucoma enrolados en el programa porque estos pacientes tienen una mayor posibilidad de conseguir drogas eficaces que los enfermos de cáncer.
Los médicos encargados de certificar si un paciente es apto para participar en el programa son un oncólogo, un oftalmólogo y un psiquiatra. Los pacientes serán vigilados por sus médicos privados. La marihuana utilizada será facilitada por farmacias controladas por el Estado y las dosis las establecerá el equipo médico aludido. Estas dosis serán presentadas en forma de cigarrillos, tabletas o gotas para los ojos.
Los científicos que controlan este programa terapéutico aseguran que los pacientes que son tratados con quimioterapia pueden ser refractarios a cualquier tratamiento convencional contra la náusea, mientras que pueden aceptar sin riesgos una terapia como la que ahora se va a iniciar.
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