La OCDE recomienda acometer las reformas económicas pactadas en la Moncloa
Establecer un nuevo pacto de moderación precios-salarios, desarrollar las reformas económicas previstas -con especial mención de un plan energético a medio plazo- y reducir las cargas de la Seguridad Social, como medio de luchar contra el paro, son algunas de las recomendaciones más importantes en materia de política económica formuladas en el estudio sobre la economía española elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El informe fue presentado ayer en Madrid -su publicación estaba embargada hasta las cero horas de hoy- por el secretario de Estado de Economía, José Luis Leal.
El informe sobre España, que se publica anualmente, centra su primera parte en la evaluación del proceso económico correspondiente al pasado ejercicio, fijando a continuación unas previsiones macroeconómicas para el presente año y concluyendo con una serie de recomendaciones en materia de política económica.La primera parte del informe valora de modo notablemente positivo el pacto de la Moncloa, especialmente en lo que se refiere al acuerdo de moderación precios-salarios, imprescindible para reconducir equilibradamente a la economía española hacia tasas de crecimiento que atenúen los elevados niveles de desempleo. Estas tasas se evalúan en torno al 6,5 % anual, si se quieren absorber las nuevas generaciones que accedan al mercado de trabajo y reducir sustancialmente [a actual carencia de puestos. Los logros más importantes del plan de Fuentes Quintana, base del pacto de la Moncloa, se consideran la reducción en las tasas inflacionarias y la mejora en los resultados del comercio exterior, reduciendo sensiblemente los déficit comercial y de pagos. Sin embargo, el informe estima excesiva la tasa de aumento de los salarlos fijada en los pactos, considerando que la posterior evolución de los indicadores económicos han demostrado que hubiera sido más adecuado limitar el crecimiento salarial dos o tres puntos por debajo de lo fijado. El secretario de Estado, José Luis Leal, se mostró en principio de acuerdo con este diagnóstico, especificando que, a la vista de la evolución precios-salarios del presente año, cabía prever un incremento de uno o dos puntos en la capacidad adquisitiva de los salarlos, lo que está en línea con el objetivo esencial de toda política económica en estos momentos: mantener como mínimo inalterable el poder adquisitivo de las rentas salariales.
Respecto al ritmo de aplicación del pacto y obtención de resultados, la OCDE estima que el restablecimiento del equilibrio ha sido más rápido de lo previsto, pero llama la atención sobre la necesidad de desarrollar las reformas complementarias ya enunciadas, y aun otras, en breve plazo. Entre los logros ya alcanzados se señalan, además de la reducción de la inflación -situada a ritmos del 30 %, anual el pasado verano- y del déficit exterior, la notable recuperación en los niveles de reservas, que pueden llevar a alcanzar los objetivos establecidos sobre la cuenta corriente para 1979 este mismo año.
Todos estos logros se han alcanzado, no obstante, en base a una reducción de la demanda, una caída de la actividad y una reducción del beneficio empresarial, todo ello con unos niveles de paro francamente preocupantes, que tienden a aumentar. El dictamen de OC-DE señala que las mejoras son frágiles y que un cambio de las expectativas interiores podría. generar nuevas tensiones inflacionistas y un cambio en los comportamientos del sector exterior. Así, no cabe duda que un relanzamiento de la actividad provocaría un crecimiento de las importaciones, con la lógica incidencia en la balanza comercial. De hecho -señala el informe-, la utilización de la capacidad product¡va es baja, sólo sostenida por el crecimiento de la demanda exterior, ya que la interior se enctientra notablemente contraída. El informe no se muestra excesivamente optimista respecto a la evolución del sector exterior, al considerar que las economías europeas difícilmente podrán incrementar sus compras a España. Los representantes de la Administración española discreparon notablemente de este punto, señalando que sus previsiones sobre incremento de las exportaciones eran superiores a las de OCDE. Concretamente, el secretario general técnico de Comercio, señor Linde, pronosticó un avance de las ventas al exterior entre el 11 y el 12% para el presente año.
Recomendaciones
Los expertos redactores del informe concluyen señalando que las autoridades españolas tienen ante sí un complejo dilema de política econórnica, estimando que deben ser adoptadas a corto plazo importantes decisiones. A la vista del contexto internacional, España corre el riesgo de, caso de mantener un dilatado período en que la demanda interna se mantenga deflactada, entrar en un proceso recesivo de graves consecuencias en materia de empleo. Por otra parte, la baja prolongada de la inversión podría comprometer el potencial de crecimiento a medio plazo. A esto se opone la tentación expansiva, que podría relanzar los desequilibrios tímidamente superados, especialmente en lo que se refiere a las tensiones inflacionistas.
La recomendación del informe es actuar sobre la demanda, al tiempo que se acometen determinados planes de ajuste selectivo a nivel sectorial. La política monetaria debería mantenerse en términos moderadamente restrictivos, evitando tentaciones de relanzar prematuramente la actividad sin haber consolidado el reequilibrio.
Por otra parte, se insiste en llevar a término las restantes reformas contenidas en los pactos y acometer un nuevo acuerdo en materia de comportamientos precios-salarios para 1979.
En cuanto a actuaciones a corto, se plantea la urgencia de establecer un plan de medidas energéticas de medio plazo, en línea con las recomendaciones de la organización -básicamente en materia de ahorro- Asimismo, se destaca la excesiva incidencia de los costes de la Seguridad Social en el coste relativo de los factores, en detrimento del trabajo, lo que debe ser invertido de modo inmediato si se quiere actuar efectivamente sobre el empleo.
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