Dimensión política de la educación de adultos

El campo, tal como ha quedado descrito, es, sin duda, de vital importancia para las distintas fuerzas políticas. Junto con la educación de las jóvenes generaciones constituye uno de los sectores de lucha decisivos en toda sociedad democrática. por ello nos ha parecido interesante completar la información con unas breves referencias a lo que dicen sobre esta cuestión los diferentes programas de algunas organizaciones políticas, sin pretender, desde luego, agotar el tema.En los programas educativos de cara a las elecciones casi la totalidad abordan el tema de la educación permanente en su versión «escolarizada» como uno de los niveles de la enseñanza institucionalizada Alianza Popular cree que es necesaria la educación permanente, que identifica con una oferta continua de oportunidades de reciclaje profesional. La Unión de Centro Democrático distingue entre la formación profesional posterior a la educación obligatoria, a la que el Estado «'estimulará y, -fomentará mediante ayudas directas o indirectas que sean indispensables», de la educación permanente, que se «desarrollará en sistema de educación de adultos, paralelo y abierto, en íntima relación con la política cultural general». Estima que la educación permanente está llamada a desempeñar en el futuro un papel primordial similar al que hasta ahora desempeña un buen sistema educativo.

El Partido Socialista Obrero Español no distingue entre formación profesional permanente y educación permanente. «Se establecerá el debido número de centros que solucionen los problemas de la puesta al día de los conocimientos, de la movilidad profesional, del desarrollo de las capacidades del individuo no descubiertas con anterioridad, de la recuperación de los individuos retrasados por diversas causas, en el proceso regular de educación. Exige especial atención a los emigrantes.» Todo ello lo engloba en lo que denomina «ciclo de enseñanzas especiales».

El Partido Comunista de España, aun cuando no contesta a esta cuestión en la encuesta que nos está sirviendo de base a la información, podemos deducir su criterio de las siguientes palabras de Nicolas Sartorius sobre este tema: «La formación permanente no puede consistir sólo en recuperar los atrasos e insuficiencias de la formación inicial o ser una simple adaptación a un puesto de trabajo, sino que debe permitir tanto a trabajadores manuales como intelectuales completar y desarrollar su formación por un desenvolvimiento completo de sus capacidades.»

Sobre una concepción más amplia de la educación permanente de adultos, como proceso de culturización general fuera del marco formal del sistema educativo, para encontrar opciones que superen las simples declaraciones de principios sobre la libertad de expresión o el control democrático de los medios de comunicación social del Estado -especialmente la Televisión- para asegurarse su neutralidad ideológica o la presencia de un pluralismo político en los mismos, hay que adentrarse en declaraciones de algunos líderes, con la excepción de algunos partidos de izquierdas que en sus programas incluyen proyecciones de futuro.

Así, por ejemplo, en el programa electoral de La Organización Revolucionaria de Trabajadores (abril 1977) encontramos en el apartado «Cultura popular»: «Se promoverá una cultura activa y popular en todos los barrios y pueblos, que potencie la creatividad de las masas. Para ello se les dotará de una infraestructura y locales adecuados (casas de cultura, salas de espectáculos, bibliotecas, «casas del pueblo»...) que fomenten el encuentro y comunicación entre los vecinos y la vida de la colectividad. Se desarrollarán a la vez en los barrios y pueblos programas de formación de adultos, con vista a la alfabetización total, al perfeccionamiento profesional, la profundización de la cultura obrera y popular. »

La Confederación Nacional de Trabajadores -CNT- dice que lo único válido para la clase trabajadora es la promoción y formación constante a lo largo de toda la vida para conseguir superar la división entre trabajo manual y trabajo intelectual y entre trabajo y ocio.«Los ateneos libertarios» son el mecanismo actual de la cultura liberadora de los trabajadores. Jesús Mancho, de la UGT, por su parte, reivindica el papel protagonista de las «casas del pueblo» como «escuelas de formación sindical y obrera». En este orden -dice- será misión esencial la reconversión profesional de cuantos trabajadores pierden un trabajo y necesitan esta reconversión para poder encontrar otro.

La batalla está abierta desde el momento que la nueva situación democrática permite un margen de presencia de las distintas fuerzas políticas en el vasto campo de la enseñanza permanente de adultos. Este campo, para estas fuerzas, se identifica en gran parte con un proceso de permanente adquisición de conocimientos y puesta al día de las capacidades profesionales que permitan mejorar las posiciones individuales de cara a la promoción y a la movilidad social, pero inevitablemente también se identifica con los procesos mismos de politización y de toma de conciencia y aun de «propaganda política»; todos los datos que hoy se nos ofrecen no permiten concebir demasiadas esperanzas de que la educación permanente tome el rumbo decidido de la liberación de la persona por el desarrollo progresivo y permanente de su capacidad de juicio y de su independencia. frente a las tentadoras manipulaciones de los mecanismos en que se concreta el proceso.