Bávaros, iraníes y kurdos ayudan al terrorismo
El Gobierno que el primer ministro y presidente del Partido Republicano (socialdemócrata), Bulent Ecevit, ha formado con diputados separados del Partido de la Justicia (conservador) y con los pequeños partidos liberales de derecha, acaba de cumplir sus cuatro primeros meses de vida, durante los cuales no se ha resuelto ninguno de los problemas internos y externos de Turquía. Mientras el Senado norteamericano insiste en mantener el embargo de armas a Ankara, el terrorismo ocupa el primer lugar entre los males del país, y son muchos los militantes fascistas del Partido de la Justicia que ahora participan del fenómeno «activista» por el simple hecho de haber perdido el poder. El atentado que esos elementos llevaron a cabo recientemente contra el alcalde de Malatya y su familia ha sido suficiente para transformar la vida de la ciudad en una guerra civil. El terrorismo ha dejado de ser un hecho individual y ahora se extiende a las masas.Aparte de los «activistas» del Partido de la Justicia, este proceso de desgaste del Gobierno social demócrata tiene una fuente bien conocida: el Movimiento Nacionalista y sus organizaciones nazis. Sin embargo, las autoridades no disponen hasta ahora de pruebas definitivas: sólo se sabe que los terroristas conducidos a los tribunales durante las últimas semanas están siendo calificados de «idealistas».
Franz-Josef Strauss, dirigente de los ultraconservadores bávaros, considera muy peligrosa esta reconversión del terror en matanza, tal como está ocurriendo en Turquía; no obstante, hay pruebas de las relaciones «orgánicas» de Strauss con los grupos fascistas turcos. Por lo demás, el jefe del Movimiento Nacionalista, Turkes, participó de los actos realizados en mayo en memoria de la muerte de Hitler, y posteriormente se entrevistó con el político bávaro.
Junto con el respaldo de los derechistas alemanes, a los extremistas turcos les está llegando también el de ciertas organizaciones conservadoras de Irán, que comparten la orientación religiosa islámica de Turkes. Por si fuera poco, 204 militantes kurdos acaban de entrar en secreto en Turquía con ayuda del Savak (policía secreta iraní), y se han instalado en una región montañosa de Hakkari.
El ministro del Interior, Irfan Ozaydinli, declaró hace unos días que durante los últimos cuatro meses el terrorismo ya ha hecho más de doscientas víctimas. Todo el mundo se pregunta si está a punto de proclamarse el estado de sitio. Sobre este terna, la . prensa de todas las tendencias provoca constante mente a Ecevit: a esta altura -se insiste- no hay otro medio de suprimir la anarquía. Pero el Estado Mayor conjunto no quiere, aparentemente, que el Ejército intervenía, ni siquiera indirectamente, en las cuestiones internas, y, el Gobierno vacila. y hasta sugiere con frecuencia que el estado de sitio es innecesario, a menos que se produzca un suceso «inesperado».
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