Democracia Cristiana italiana se niega a negociar con las Brigadas Rojas

La Democracia Cristiana italiana se niega a tratar con los terroristas de las Brigadas Rojas la libertad de Aldo Moro, porque la «vuelta del secuestrado no puede limitarse a un caso puramente humano y familiar».

La dirección de la Democracia Cristiana italiana celebró ayer una reunión en la sede del partido, en Roma, a la que asistió también el primer ministro del Gobierno, Giulio Andreotti. En la reunión, el secretario general de la DC, Benigno Zaccagnini confirmó la línea seguida hasta ahora por el partido: no negociar con gentes que tienen las manos manchadas de sangre.Dijo además Zaccagnini que «desgraciadamente continúa el ataque al Estado democrático e incluso está intensificándose», y agregó que «la línea adoptada por el partido es políticamente válida y representa el único modo de contrastar las pretensiones desestabilizadoras de las Brigadas Rojas».

El secretario de la DC añadió que «el partido ha ofrecido una prueba ejemplar de unidad y firmeza: unidad y concordia para condenar el terrorismo y para defender, la línea del nuevo Gobierno».

Aunque la DC está decidida a no negociar con las Brigadas Rojas, Zaccagnini subrayó, sin embargo, que es necesario explorar todos los caminos y no desatender cualquier posibilidad de restituir a Aldo Moro a su familia, al país y al partido político.

Continúan, entretanto, las investigaciones sobre el paradero del líder democristiano, secuestrado en Roma el pasado 16 de marzo. Falta, sin embargo, unificación en el modo de llevar a cabo los rastreos, ya que cada grupo investigador actúa por su cuenta, sin que al final de cada jornada se reúnan para aunar o contrastar pareceres y resultados.

La prensa vespertina romana especula con la posibilidad de que Aldo Modo haya enviado una nueva carta solicitando que se negocie su liberación.

Intelectuales y exponentes católicos italianos son partidarios de un entendimiento con los terroristas, y en este sentido se pronunciaron con un escrito que ayer apareció en las páginas de La Gazzetta del Mezzogiorno, de Bari, en el sur de Italia.

Fruto de las investigaciones es el descubrimiento de una guarida de terroristas en Cosenza al sur de Italia, y la detención de varias personas que están siendo interrogadas.