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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Un organismo eficaz para conservar la Naturaleza

Doctor en Ciencias BiológicasLa Naturaleza se ha convertido hoy en día en un pastel codiciado con avidez y del que cada uno trata de conseguir el mordisco mayor. Dos son los comensales que con más fuerza tiran de él para apoderarse de su totalidad. El Ministerio de Agricultura, con su organismo autónomo, el Icona, teóricamente de quien depende la conservación de la Naturaleza, y el Ministerio de Obras Públicas, quien a través de la Subsecretaría de Ordenación Territorial y Medio Ambiente, intenta convertirse en el comensal mayor. Pero no son los únicos. Hay también otros que quieren participar en el banquete. Algunos partidos políticos (véase, por ejemplo, el PSOE) ya han presentado sus proyectos de lo que debería ser el organismo rector de la Naturaleza en España; organizaciones ecologistas intentan también, por su, lado, atribuirse una parte del mismo; la investigación y la Universidad quieren intervenir con todajusticia en el cotarro... Resultado palpable de todo esto es que el único perjudicado es el propio pastel, que, esi.. carbado, arañado y golpeado, se ha convertido en una masa incomible.

Porque, y fuera ya de comparaciones, es la Naturaleza la que con este aluvión de pretendientes se va deteriorando a pasos agigantados. Y si no que se lo pregunten a Doñana, el paraíso ornitológico de Europa; a nuestro lánguido, incompleto e ineficaz sistema de parques nacionales, al problema acuciante de la contaminación de los ríos, a la desertización de España puesta de manifieste en la última conferencia del PNUMA en Nairobi y a nuestra no ratificación, ni siquiera aprobación, de prácticamente ningún acuerdo internacional sobre conservación, véase el de las ballenas, el de las zonas húmedas, el del tráfico de especies amenazadas...

No soy político ni he querido entrar en el juego político. Sin embargo, sí llevo muchos años trabajando y colaborando en la conservación de la Naturaleza en nuestro país. Y es eso lo que me da pie y me motiva a escribir estas líneas, ya que soy consciente de la preocupación que existe hoy en día por estos temas.

En primer lugar, la Naturaleza no es política. El patrimonio natural de un país, lo mismo que el arquitectónico, el artístico o el histórico, pertenece a los actuales españoles y a las generaciones venideras. Por consiguiente, ningún partido puede ni debe atribuirse la Naturaleza, ya que es patrimonio de todos los españoles. Sí, sin embargo, todos deben colaborar en su conservación, al margen de sus discrepancias ideológicas. Pero es principalmente el partido que ocupa el Poder el que debe especialmente preocuparse por ella. Comprendo que, ante una mala situación económica del país, a la conservación de la Naturaleza no se le preste toda la atención debida. Pero eso constituye una visión miope del futuro, ya que la Naturaleza y los recursos naturales constituirán uno de nuestros capitales más importantes. ¿Por qué Educación y Agricultura se pelean por Doñana, interesándoles aparentemente más su dominio feudal que su protección? ¿Por qué el presidente del Gobierno no tiene un auténtico asesor ecológico y del patrimonio natural? ¿Por qué los partidos mayoritarios hacen aparentamente tan poco caso a la Naturaleza y a la protección de los recursos naturales?

En segundo lugar, la Naturaleza es una. Regida por unas leyes ecológicas que relacionan el suelo, el agua, el aire, la fauna, la flora..., no admite disecciones y sí en cambio una unidad de criterio y de actuación. Urge, pues, la creación de un organismo nacional, a nivel de Secretaría de Estado, desligado de cualquier ministerio en concreto dependiente de Presidencia deí Gobierno, a cuyo cargo quede toda la conservación y administración de nuestro patrimonio natural. Y este organismo deberá controlar, coordinar y orientar todo aquello que haga relación con la Naturaleza. Que el Ministerio de Agricultúra quiere repoblar algunas hectáreas, este organismo y sus expertos tendrán que dar el visto bueno; que tal urbanización destruye el paisaje, este organismo deberá conceder su placer para su ubicación; que el urogallo u otra especie está amenazada, este organismo dictará las normas para su protección... Esto exige, pues, que se trate de un organismo multidisciplinario, es decir, que no sea el patrimonio exclusivo de un cuerpo profesional determinado como el de los urbanistas, los biólogos, los ingenieros de montes... Exigirá sobre todo que esté coordinado.por un equipo «no político» en su sentido más peyorativo, sino fundamentalmente técnico, con una visión global del problema de la conservación de la Naturaleza.

En tercer lugar, la Naturaleza es unpatrimonio de toda la nación. Por eso debe estar claramente destacada en la Constitución. El tan debatido artículo 28, en el que únicamente se menciona el derecho de los españoles a la calidad de vida, deberá ser ampliado a términos más concretos y que hagan referencia al derecho y deber de los españoles a disfrutar de ella y a conservarla. Como tal patrimonio deberá ser legado a las futuras generaciones y, por otra parte, deberá ser rentabilizado.

¡Basta ya de hacer de la Naturaleza el patrimonio único de un ministerio, un cuerpo o una asociación! La Naturaleza es de todos los españoles y a todos nos corresponde el disfrutar de ella y el conservarla. Pero es particularmente el Gobierno el que debe, de una vez por todas, crear un organismo eficaz y coherente, con auténtico poder de decisión, que con una visión de la Naturaleza equilibrada, antropocéntrica, realista y orientada hacia el futuro, continúe protegiéndola, utilizándola y mejorándola al socaire de apetencias políticas o profesionales.

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