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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Un congreso democrático y gallego

Secretario general del Partido Comunista Gallego

En el centro del congreso -primero de la legalidad- han estado los problemas que preocupan a los trabajadores y al conjunto de la sociedad gallega: la consolidación de la democracia y la preautonomía, como premisas para el logro de un estatuto autonómico; la aplicación a Galicia de la totalidad de los acuerdos de la Moncloa y muy especialmente los que pueden beneficiar a los obreros en paro (65.000), a los sectores agropecuario y pesquero, así como a la pequeña y mediana empresa. Esa necesidad conecta con la de hacer frente a las graves repercusiones que la crisis económica alcanza en nuestro medio y, de modo muy especial, en la construcción naval. La quiebra de este sector puede producir un colapso en el conjunto de la economía regional. Para evitarlo, el PCG, junto con las demás fuerzas políticas, está dispuesto a llamar la atención de¡ Gobierno mediante una movilización responsable, obrera y ciudadana, al tiempo que ofrece una posible alternativa.

Los mecanismos de la gran banca se han llevado en 1977 fuera de la región 73.000 millones de pesetas. Ha quedado clara, asimismo, la agudeza de la tradicional discriminación de que se nos hace objeto en la atribución de¡ crédito oficial.

La urgencia de que Galicia goce de la facultad de autogobernarse exige que se decrete cuanto antes el régimen preautonómico y se cree la Xunta de Gobierno, para lo cual el congreso ha ofrecido un programa mínimo: contribuir a hacer frente a la crisis, institucionalizar la democracia, crear las condiciones para un estatuto de autonomía que responda a las necesidades reales de Galicia. En el congreso se han expuesto sobre dicho estatuto las grandes líneas.

La perspectiva de una democracia político-social, como sistema de transición hacia el socialismo en la democracia, es la alternativa que se ofrece al dominio del capitalismo monopolista. La forma de Estado de ese sistema sería la federal.

La presencia en la sesión de clausura de personalidades representativas de casi todos los partidos políticos gallegos -UCD, PSOE, PSG, PSPG, PGSD, PPG, POC, MCE- y algunos de sus pronunciamientos, la de los senadores de la candidatura democrática y de las personalidades más relevantes de la cultura gallega, han conferido al congreso el carácter de un acontecimiento político nacional gallego.

Hasta ahora, que sepamos, ningún partido político gallego ha preparado y realizado su congreso de modo tan transparente, tan democrático. Por medio de unas tesis o propuestas políticas, difundidas públicamente a partir de primeros de diciembre, el PCG ha planteado a sus militantes, a los trabajadores, al pueblo, sus opciones. La discusión de éstas en las agrupaciones ha ido seguida del debate en el congreso, dividido en cinco grandes comisiones, cuyo dictamen ha sido sometido al pleno.

La parte de esas tesis referidas al PCG se halla en conexión con las modificaciones a los anteriores estatutos, las cuales permiten ya que el partido tenga una vida interna democrática, se haya instituido el voto secreto para elegir a todos los órganos de dirección, la comisión de control de garantías, plena libertad de discusión interna, opción pluralista en orden a la investigación, la creación, etcétera.

El congreso ha defínido al partido como nacional y autónomo, parte integrante de¡ PCE y marxista revolucionario; ha hecho suyas las tesis turocomunistas, lo cual comporta el socialismo como .consecuencia de un proceso democrático, y su carácter pluralista en el orden político e ideológico, marcando, al propio tiempo, su diferencia fundamental con la socialdemocracia, que no se propone el socialismo como sistema.

El informe sobre la actividad de¡ partido (legalización, elecciones de junio y sus resultados, etcétera) ha sido criticado desde diversos ángulos, sin excluir momentos de tensión, como ocurre en cualquier debate político. Sin embargo, ningún congresista ha propuesto una línea alternativa a la planteada por el comité central saliente, porque es que no la había. El resumen que sirvió de base a la resolución política fue aprobado por abrumadora mayoría y el proyecto de resolución, con algunas correcciones, por mayoría absoluta.

Diariamente, la opinión pública gallega, a través de la prensa, la radio y la televisión ha estado informada del curso de los debates, de los votos a favor, en contra, etcétera.

El congreso ha promovido a los órganos de dirección, al lado de la mayoría de sus anteriores componentes, a nuevos valores. Así ha sucedido con jóvenes dirigentes obreros destacados ya en luchas sindicales y en la cseación del sindicato de Comisiones Obreras, que cuenta hoy con unos 70.000 afiliados en Galicia y que está ganando las elecciones sindicales. En el comité central y en el comité ejecutivo han pasado a figurar nuevas personalidades intelectuales que representan un mayor aporte al partido de las fuerzas de la cultura; dirigentes campesinos y de los pescadores y mariscadores y un mayor número, aunque escaso, ciertamente, de mujeres.

El congreso ha decidido que el idiomáoficial del PCG es el gallego, usando el castellano como lengua instrumental; ha decidido también presentar a la legalización sus propios estatutos.

Estimamos que los resultados del congreso permitirán al PCG una mayor cohesión ideológica y política, más relación entre la dirección y la base, reforzar su presencia y sus posiciones en el seno de la sociedad gallega y afrontar dignamente tareas presentes e inmediatas como las de las elecciones sindicales, la preítutonomía, la crisis de la construcción naval, las elecciones municipales, el estatuto autonómico y el esfuerzo por superar la crisis económica y lograr un desarrollo industrial racional de Galicia.

Todo ello, no en función del partido en sí, ya que éste no tiene intereses ajenos a los trabajadores, al pueblo, sino en función de contribuir a cimentar la democracia, lograr la autonomía, transformar democráticamente la sociedad gallega en el contexto de los necesarios cambios, por la vía democrática y pacífica, de la sociedad española.

Otra visión del congreso es simplemente anecdótica, interesadamente tendenciosa y no objetiva.

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