Conferencia de la UNCTAD sobre los mercados internacionales de cereales

El delegado español, señor García Tejedor, en la reunión de la UNCTAD que estudia en estos días un nuevo acuerdo para la comercialización internacional del trigo, hizo ver la confianza de su Gobierno en que la conferencia, al establecer dos comités económicos, uno para el mercado del trigo y otro para los cereales secundarios, «llegue a un acuerdo que resuelva satisfactoriamente los problemas y abra horizontes para el mercado mundial de los cereales en su dimensión global».

García Tejedor definió como uno de los objetivos primordiales del nuevo acuerdo, en discusión, «el establecimiento de stocks reguladores a nivel nacional, coordinados internacionalmente, que junto con un mecanismo adecuado de precios -afirmó- garantice que el mercado mundial se mueva dentro de un cuadro organizado.

Consenso en los precios

En concreto, España pide un consenso en el establecimiento de unos precios máximos y mínimos, como un factor de garantía para que los países que firmen el nuevo acuerdo (el actual data de 1970 y expira el próximo mes de junio) puedan conocer los costos aproximados de la constitución de stocks de reserva. También el delegado español hizo ver la necesidad de que «se corrijan las cotizaciones en relación con las modificaciones de los costos de producción».A pocos días de haberse iniciado esta conferencia con la participación de más de cuarenta países exportadores e importadores de trigo (mayoritarios éstos últimos), se han hecho notorias las diferencias de criterios entre países y «bloques» sobre futuros mecanismos de stocks y el proyecto de establecer precios máximos y mínimos.

Como informó EL PAÍS en su edición del 14 de febrero, esta es la primera vez desde 1973 que se constata que la producción mundial permite constituir stocks asegurando las necesidades del mercado y las obligaciones internacionales en materia de ayuda alimenticia a los países más necesitados. Esto último, por lo menos en las intervenciones que se han registrado hasta ahora por parte de los delegados de varios países, incluido el español, aparece como un compromiso que quedaría inscrito en el nuevo acuerdo.