Mañana, nueva entrevista Videla-Pinochet

Argentina y Chile parecen haber conseguido bases firmes para la resolución del conflicto territorial surgido en torno a la soberanía en la zona del canal de Beagle. Así se desprende de las declaraciones optimistas de los integrantes de sendas comisiones militares argentina y chilena que durante dos días estudiaron en Buenos Aires los términos del posible arreglo. Los presidentes argentino, Jorge Videla, y chileno, Augusto Pinochet, se reunirán nuevamente mañana lunes en la ciudad chilena de Puerto Mont y presumiblemente firmarán un documento previo en el que se recogerán las condiciones de un acuerdo definitivo.

Pinochet y Videla se reunieron por primera vez el 19 de enero en la localidad argentina de Mendoza, después de que el conflicto de Beagle alcanzara su punto de máxima tensión; Argentina, que había rechazado el fallo arbitral británico que confirmaba la soberanía chilena sobre un grupo de islas del canal de Beagle, realizó un despliegue de fuerza militar considerado por Chile como una provocación. Las conversaciones entre los dos presidentes dieron lugar a posteriores reuniones de expertos militares de los dos países, que han elaborado un documento previo de arreglo.En fuentes diplomáticas se estima que las posibilidades de una solución negociada al conflicto aumentará aún más la ya gran distancia que existe entre el general Videla y el almirante Massera, jefe de la Marina y miembro de la Junta Militar que gobierna argentina. El almirante ha mantenido una postura de extrema dureza en el tratamiento del tema del Beagle y se le consideraba partidario de mantener una postura intransigente frente a Chile. Videla, más conciliador y dialoguista, ha desaprobado, según los observadores, los alardes prebélicos realizados por la armada argentina en la zona del conflicto y ha asumido personalmente la tarea de resolver el litigio de manera pacífica.

La importancia estratégica y económica del canal de Beagle es muy grande y de ahí surgen las posiciones chilena y argentina en el enfrentamiento. Con la soberanía sobre la zona del canal, Chile no solamente dispondría de costas atlánticas y pacíficas, sino que dispondría de derechos para explotar los al parecer ricos yacimientos petrolíferos de la plataforma continental del Beagle, recursos que también ambiciona Argentina.