Carter transmitirá a Sadat las propuestas de paz del primer ministro israelí

Washington - 16 dic 1977 - 00:00CET

En vísperas de su entrevista con el líder judío Menahem Begin, el presidente norteamericano, Jimmy Carter, se ofreció ayer a transmitir personalmente al presidente, egipcio, Anuar el Sadat, cualquier propuesta de paz que considere equilibrada y justa.En una de sus rutinarias conferencias de prensa quincenales, Carter dijo que cree «conocer, en líneas generales, lo que sería aceptable para Sadat». Añadió que ignora completamente qué propuestas trae Begin a Washington, en el caso de que sea portador de alguna.

Después de reconocer que mantiene contacto telefónico varias veces por semana con Sadat, Carter dijo que si en su opinión las proposiciones israelíes no son aceptables, así se lo hará saber al líder egipcio, si bien la decisión final debe provenir de egipcios e israelíes. Norteamérica, señaló Carter, estará dispuesta a actuar como intermediario para vencer cualquier dificultad en las negociaciones.

La actitud de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) mereció las críticas de Carter, que la calificó de negativa, a la vez que expresaba su confianza en que los países árabes que mantienen una línea moderada (citó a Jordania y Arabia Saudita) aceptarán el acuerdo inicial al que podrían llegar Egipto e Israel. Si la cuestión palestina fuera ignorada en las negociaciones, predijo Carter, no podría alcanzarse una paz permanente en la zona.

Respecto a las relaciones con la Unión Soviética y al papel de ésta en Oriente Próximo, Carter señaló que durante su primer año en la Casa Blanca habían mejorado las relaciones con Moscú, de lo que era buena prueba la distensión en el océano Indico y las conversaciones sobre limitación de armas y tropas en Europa. En cuanto a Oriente Próximo, el presidente norteamericano dijo que la URSS jugaba un papel más constructivo de lo que pudiera parecer a primera vista.

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Begin intenta asegurarse el apoyo de los Estados Unidos

(Viene de la primera página)Mientras Jimmy Carter insistía en que Estados Unidos no pretende imponer las condiciones de un acuerdo pacífico en la zona, el primer ministro judío mantenía contactos privados en Nueva York, en espera de trasladarse el viernes a la Casa Blanca. Los objetivos de esta entrevista por parte de Begin, parecen claros: asegurarse el apoyo de Washington al plan de paz israelí, impedir que las «sugerencias» norteamericanas favorezcan más a los árabes que a Israel y conseguir una coordinación entre Tel-Aviv y Washington para los próximos movimientos diplomáticos a realizar en el área.

Por su parte, el secretario de Estado, Cyrus Vance, regresó a Estados Unidos tras su rápida gira por seis naciones de Oriente Próximo y al parecer ofrecerá a Carter impresiones optimistas sobre el apoyo de Arabia Saudita y Jordania a los esfuerzos negociadores de Sadat. Además, Vance se declaró muy esperanzado ante la postura que adoptará Arabia Saudita respecto a la congelación de los precios del petróleo, en la reunión de la OPEP de la próxima semana en Caracas.

El presidente anunció también su intención de continuar adelante con la política de defensa de los derechos humanos en el mundo, cuyos resultados calificó de positivos.

En su declaración sobre su política en esta materia Carter señaló que ésta había conseguido mejorar el respeto a tales derechos en algunos países. El presidente norteamericano reconoció que en varios casos los cambios producidos eran meramente superficiales o «cosméticos», pero se felicitó también por ello, ya que actualmente «ningún Gobierno en la tierra puede permitirse ignorar los derechos humanos».

Defendió Carter el derecho de cada país a criticar a otros en el campo de los derechos básicos del hombre, sin que ello suponga que deba considerarles como enemigos, y citó los casos de Africa del Sur, Uganda y Camboya como representativos de naciones donde el respeto a los derechos humanos es todavía un problema.

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