Sin respuesta, los cinco puntos de Sadat para la paz
Desde la tribuna del Parlamento israelí, el presidente Sadat propuso el domingo los siguientes cinco puntos para una paz en Oriente Próximo:1. Fin de la ocupación israelí de los territorios árabes ocupados en 1967.
2. Reconocimiento de los derechos básicos del pueblo palestino y su derecho a la autodeterminación, incluido el derecho a establecer un Estado autónomo. Sadat no se refirió en ningún momento a la OLP,.
3. Derecho de todos los países de la región a vivir en paz dentro de fronteras seguras y garantizadas mediante medidas a acordar. Estas medidas garantizarían la apropiada seguridad de las fronteras internacionales.
4. Todos los países de la región se comprometen a mantener relaciones entre ellos, de conformidad a los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, en particular el no recurrir a la fuerza para resolver entre ellos las disputas por medios pacíficos.
5. Terminación del existente estado de guerra en la región.
Discurso de Begin
En su discurso de respuesta, el primer ministro israelí, Menahem Begin, reiteró la postura oficial mantenida por Tel Aviv de que «todo debe y puede ser negociado, ya que todo puede ser negociable». Dijo que las negociaciones deben realizarse «entre iguales, sin vencedores ni vencidos, y ninguna de las partes debe plantear condiciones previas». Afirmó que la Conferencia de Paz de Ginebra debe basarse en las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.Con relación al problema de los territorios ocupados señaló que la ribera occidental del Jordán «es un territorio israelí liberado», ya que forma parte del Israel bíblico. Insistió en que los judíos no llegaron a Palestina «para ocupar un país extranjero. Volvimos a nuestra tierra, que nos pertenece desde el comienzo de la humanidad».
En ningún momento, el primer ministro israelí hizo alusión a los derechos del pueblo palestino, ni a la Organización para la Liberación de Palestina, reconocida por los Estados árabes como legítima representante del pueblo palestino.
Al referirse al futuro de las relaciones entre los países de la región, Begin afirmó: «Todos los pueblos de esta zona son iguales y cada uno debe tratar a su vecino con el respeto debido, abiertamente y dispuesto a escucharle.» Recordó que Israel, desde su nacimiento, no dejó de ser atacado jamás. Refiriéndose a los millones de judíos inmolados por los nazis, dijo que nadie acudió en su ayuda, y que por eso había hecho un juramento: «Jamás volveremos a poner en peligro a nuestro pueblo.»
El discurso de Begin duró cuarenta minutos y en él manifestó su disposición a trasladarse a El Cairo, si Sadat lo deseaba. El primer ministro israelí invitó al presidente sirio, Hafez El Assad, y al rey, Hussein de Jordania a visitar Jerusalén.
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