Unos 150.000 franquistas, contra la democracia en el 20-N

Entre 125.000 y 150.000 personas procedentes de toda España se concentraron el pasado domingo, bajo una persistente lluvia, en la plaza de Oriente, de Madrid, para conmemorar el segundo aniversario de la muerte de Franco y pedir a «la más alta Magistratura de la nación», en medio de fuertes ataques a la, democracia y a la actual clase política, el cese inmediato del Gobierno, la disolución por decreto del Congreso de Diputados y del Senado y la. formación urgente de un Gobierno de unidad nacional, constituido por «hombres honestos y patriotas».

La concentración duró una hora, según los términos de la autorización concedida, y durante la misma intervinieron el delegado de Fuerza Nueva en Madrid, Javier Alba: José Antonio Girón, presidente de la Confederación Nacional de Combatientes, y Blas Piñar, líder nacional de Fuerza Nueva. La concentración, en la que se mascaba una fuerte nostalgia por el pasado franquista a la vez que un virulento repudio del presente democrático, se desarrolló sin incidentes, aunque, en las horas que siguieron a su celebración, las calles céntricas de Madrid fueron recorridas por numerosos vehículos con banderas falangistas y nacionales al viento, cuyos ocupantes lanzaban a los transeúntes sus eslóganes y gritos. El acto comenzó a las doce en punto con un toque de corneta y los acordes del himno nacional. Inmediatamente después se escuchó una grabación de las palabras de Franco durante la manifestación de diciembre de 1970, en la misma plaza de Oriente.La intervención del delegado de Fuerza Nueva en Madrid, Javier Alba, con la que se inició el acto, fue cerrada con una fuerte ovación de la multitud. El delegado del partido de Blas Piñar, interrumpido con gritos de Gobierno, dimisión, solicitó en su intervención a la «más alta Magistratura», el cese inmediato del actual Gobierno, la disolución por decreto de las Cámaras legislativas y la formación urgente de un Gobierno, de unidad nacional, formado por «hombres honestos y patriotas».

José Antonio Girón. presentado a la multitud como «ministro de Franco». se dirigió a los concentrados con un atronador «españoles» para, a continuación, criticar duramente al Gobierno y alabar las figuras de Franco y de José Antonio El ex ministro de Trabajo de Franco dijo que España siempre se ha salvado gracias a la unidad de las fuerzas nacionales y abogó por la formación de «un bloque sólido que reconstruya la unidad y fortaleza de la patria».

A continuación, Blas Piñar pronunció un vibrante discurso interrumpido con gritos y aplausos por la multitud, que mostró su identificación absoluta con lo que escuchaba. El líder de Fuerza Nueva agradeció, en primer lugar, su asistencia a las delegaciones extranjeras presentes en el acto, y resaltó el significado de la plaza de Oriente, a la que denominó «plaza mayor del patriotismo, dignidad y decoro nacionales». Refiriéndose a Franco -«la espada más limpia de Europa- le retrató como «soldado y estadista que remozó una España miserable, pobre y triste», afirmando que el acto era también un desagravio frente a aquellos que escupen sobre su memoria. El orador no resistió hacer una comparación entre la España de Franco y la España de Adolfo Suárez, «al que, sin duda -dijo- dentro de cuarenta años no vendrá nadie a rendirle, ni aquí ni en la Moncloa, un homenaje de reconocimiento y de gratitud».