Desaparecerá la discriminación entre hijos legítimos e ilegítimos

La necesidad de que culmine cuanto antes un anteproyecto relativo a la filiación en el que se suprima de nuestro Código Civil la vieja e injusta discriminación entre hijos legítimos e ilegítimos, fue planteada ayer como tema prioritario a resolver por el ministro de Justicia, Landelino Lavilla, en la sesión plenaria de la Comisión de Codificación, en la que expuso las bases que han de servir de trabajo a la comisión.«Hay que proseguir y ultimar -dijo el ministro en Presencia del presidente y el fiscal del Tribunal Supremo y los presidentes de la Audiencia Nacional y de las Cortes-, en la mayor brevedad posible, los trabajos relacionados con la posición jurídica de la mujer en nuestro ordenamiento, a fin de adaptarla a la realidad social que se presenta hoy en España y que tiene caracteres similares a los de otros países.»

Junto a la preparación de un anteproyecto de filiación en el que se supriman los términos de la vieja e injusta discriminación entre los hijos legítimos y los hoy inadecuadamente llamados ilegítimos, y se admita,la investigación de la paternidad, el señor Lavilla manifestó la urgencia de concluir también un anteproyecto sobre el régimen económico del matrimonio que modifique la regulación actual de la sociedad de gananciales que figura en el Código Civil, en el sentido de que la misma sea compartida por marido y mujer bajo un principio de igualdad.

Manifestó, asimismo, la conveniencia de que se aborden, prosiguiendo la línea del anteproyecto sobre despenalización del ad ulterio, otras discriminaciones de nuestro Código, concernientes a la valoración penal de determinados actos y a los niveles de protección penal de la mujer desfasados de los hábitos y convicciones imperantes en nuestra sociedad.Además de los temas relacionados con la situación jurídica de la mujer, el ministro de Justicia anunció también que, como temas de interés preferente, el de un nuevo tratamiento de la corrupción en nuestro Código Penal, con la modificación de la regulación del delito de cohecho y la redacción de unas normas que sancionen el aprovechamiento con fines lucrativos de la información obtenida desde un cargo público.

Destacó también el señor Lavilla la necesidad de una nueva regulación relativa a la protección civil de la persona y su intimidad, honor e imagen, dada la importancia en que actualmente se encuentra frente a la opresión de grandes fuerzas que recortan su libertad y la eficacia de los modernos medios técnicos -como teleobjetivos y micrófonos- que facilitan las interferencias en la vida íntima de la persona. Se refirió también al «mercado rechazable de las noticias que diariamente se difunden sobre la vida privada para satisfacer la curiosidad malsana de ciertas gentes».

Otro de los estudios encargados por el ministro de Justicia a la Comisión de Codificación fue el de la protección jurídica del consumidor con la instrumentación de mecanismos ágiles y eficaces que permitan asegurarla. El ministro pidió, finalmente, a las correspondientes secciones la culminación de la revisión del Código Penal.