Dictadores "provisionales" en el cono sur

Actualmente, la democracia no está de moda en los países del cono sur, pero, de acuerdo con las últimas manifestaciones de varios jefes de Estado de la región, se pondrá de moda a partir de 1980.Concretamente se habla de la posible celebración de elecciones en Bolivia, para el año 1980; en Uruguay, para 1981; en Chile, unos años más tarde, y en Argentina, en 1991. Todo esto no será un cuento de hadas, aseguran los voceros de los distintos Gobiernos.

El primero de los gobernantes militares en iniciar la carrera hacia la democratización ha sido el general Banzer, de Bolivia. En su reciente viaje a Brasil, a mediados del mes de agosto, Banzer informó a los periodistas que él estaba tomando «los primeros pasos» hacia la «constitucionalización» de su país, habiendo comenzado el estudio de la promulgación de un estatuto de los partidos políticos.

Al preguntarle la agencia Latin si se presentaría como candidato presidencial para 1980, Banzer, respondió: «aún es muy temprano», pero dejó entrever que no le desagradaba la idea. El mandatario boliviano tiene el honor de ser el militar que más tiempo ha conservado el sillón presidencial (seis años) en los 180 años de la turbulenta historia de Bolivia (más de cien golpes de Estado).

La Junta Militar de Uruguay también ha planteado la necesidad de iniciar un experimento democrático pero con más lentitud que en Bolivia; las elecciones generales serían celebradas en el año 1981. Uno de los más altos jefes militares uruguayos, el general Gregorio Alvarez, aclaró, sin embargo, que no se deberían formar ilusiones con respecto al proceso electoral. En cuanto a la elaboración de las bases electorales, falta todavía reformar algunos aspectos de la legislación vigente: por ejemplo, el acta institucional número cuatro, que prohibió por el lapsus de, quince años toda actividad pública a más de 3.000 políticos.

Si bien los militares bolivianos y uruguayos se han apresurado a manifestar su vocación democrática, las juntas gobernantes de otros países del cono sur, como Brasil, Chile y Argentina, han sido más cautos. En el caso de Brasil se ha anunciado que el presidente Ernesto Geisel debe definir el 16 de septiembre el llamado «proyecto Brasil», el cual, como dice el periódico bonaerense La Opinión, «permitirá al país alejarse del golpe armado de 1964 para penetrar en los vericuetos que deben llevarlo a la democracia».

En cuanto a Argentina, el Gobierno encabezado por el general Jorge Videla parece tener cierto recelo o falta de confianza en permitir la liberalización de la vida política a corto plazo. El periódico La Prensa, de Buenos Aires, acaba de publicar un documento, aprobado por la Junta Militar, que explica que no habrá gobierno civil hasta el año 1991.