Se aplaza la entrada en vigor del nuevo reglamento penitenciario

La reforma del reglamento de prisiones aprobada por el Gobierno el pasado 29 de julio no entrará en vigor hoy, como se esperaba. El retraso, según la agencia Europa Press, se debe a la gran extensión del texto legal y a necesidades internas del Boletín Oficial del Estado, pero no a la tensión registrada en varias prisiones del país.

El decreto que fue presentado oficialmente como «una simple etapa en el más definitivo camino de obtener una ley General Penitenciaria» establece, entre otras medidas. un sistema más generoso de redención de pena por el trabajo, la ampliación de las comunicaciones orales y escritas con el exterior. en las que, expresamente, se concede un mayor respeto a la intimidad de los presos y la nueva regulación del sistema de castigos y premios a la conducta en la prisión. En este sentido. se reducen de cuarenta días de aislamiento en celdas de castigo sanción habitual hasta el momento. a dieciséis, teniendo esta reforma carácter retroactivo. También se contempla la posibilidad de que los presos pasen permisos de hasta una semana fuera de la prisión.El aspecto más importante del decreto, con todo. es quizá la atribución a las autoridades judiciales. de un papel progresivamente mayor en el cumplimiento de las penas de privación de libertad, en tanto se llegue a la definitiva judicalización del sistema penitenciario.

La modificación del Reglamento de Prisiones se considera previa a la promulgación de una, hasta ahora inexistente, ley Penal, y éste el primer paso en la ineludible reforma del sistema penitenciario español.

El Reglamento vigente hasta hoy data de 1956. y en él se recogen órdenes diferentes dictadas. en su mayoría. entre 1937 y 1938. Por ejemplo. el tema de la reducción de penas por el trabajo. se introduce en la Orden de 7 de octubre de 1938 por primera vez en la vida penitencial española y contempla únicamente delitos de guerra y otros no comunes.

La puesta en vigor de este real decreto, aprobado hace algo más de un mes, es esperada en medios cercanos a los presos, dado que la nueva reglamentación forma parte de las reivindicaciones fundamentales de COPEL, la organización que ha protagonizado la serie de conflictos penales del último año. EL PAIS ha intentado recabar opiniones de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y del Gabinete de Prensa del Ministerio de Justicia, y en ninguna de ellas ha conseguido establecer contacto con persona alguna. Eduardo Alarcón, penalista madrileño, manifestó a EL PAIS: «Creo que la reforma del Reglamento va a tener una buena acogida entre los presos, porque era una de las reivindicaciones más importantes desde el principio de los conflictos. Habrá que ver las aplicaciones prácticas. Creo que, aprovechando su puesta en vigor, estaría bien un indulto general importante y creo que en las cárceles hay que pensar en una reforma total, incluida la estructura física, la decoración, el habitat. Los tiempos han cambiado Y las condiciones de vida de nuestras cárceles, sus instalaciones, se han quedado definitivamente viejas.»