Discurso conciliador de Carter hacia la Unión Soviética

El presidente norteamericano, Jimmy Carter, aseguró ayer que su Administración quiere mejorar las relaciones con la Unión Soviética y continuar la política de distensión, aunque advirtió que si no se llega a un acuerdo sobre limitación de armas estratégicas entre las dos superpotencias, Norteamérica hará lo necesario para garantizar su seguridad.

Carter analizó el estado actual de las relaciones soviéticonorteamericanas en un discurso que pronunció en Charleston, capital de Carolina del Sur, durante su actual gira por varios estados del sur del país. Ante una audiencia conservadora, compuesta por unas 2.000 personas que aplaudieron los fragmentos más duros del discurso, el presidente hizo un llamamiento directo al líder soviético, Leónidas Brejnev, para realizar un esfuerzo conjunto que garantice la paz mundial.Esencialmente, la intervención de Carter estuvo destinada a responder a las críticas que su política internacional ha recibido tanto en el interior del país como en el extranjero y a las acusaciones de que en sólo seis meses en la Casa Blanca ha deteriorado la distensión con Moscú y puesto a las dos superpotencias al borde de una nueva «guerra fría». Además, el presidente norteamericano dijo claramente a los soviéticos que su política de defensa de los derechos humanos no es una argucia táctica contra Moscú.

Aunque el tono general del discurso fue bastante conciliador, tampoco faltaron en él párrafos duros respecto a la Unión Soviética. Por ejemplo, Carter se refirió a las críticas que su política está recibiendo por parte de los soviéticos, y dijo que «si estos comentarios críticos se deben a un mal entendimiento de nuestros motivos, redoblaremos nuestros esfuerzos por explicárselos. Pero si son mera propaganda destinada a presionar sobre nosotros, no les debe quedar ninguna duda de que perseveraremos en nuestra actitud».

Propuesta sobre el «Crucero»

Carter resaltó la necesidad de un acuerdo sobre reducción de armamento nuclear con la URSS y se mostró dispuesto a detener el desarrollo de algunos proyectos militares, como el nuevo misil Crucero siempre que los soviéticos controlen la construcción de sus cohetes pesados de largo alcance. «Pero si no se puede alcanzar un acuerdo -añadió el presidente-, no debe quedar ninguna duda de que Estados Unidos puede hacer, y hará, lo necesario para proteger su seguridad y asegurarse una posición estratégica adecuada.»Mientras Carter amenazaba así con un incremento del gasto militar en caso de que no se firme un tratado de limitación de armamento, aseguraba también a Brejnev que la pcilítica norteamericana respecto a los derechos humanos «no está destinada a reavivar la carrera de armanientos, o a volver a la guerra fría». Por el contrario, cóntinuó, la política de derechos humanos pretende restaurar la moralidad de la política exterior de Estados Unidos y no está dirigida a ningún área particular del mundo, no es un método de injerencia en los asuntos internos soviéticos y sólo pretende mejorar la calidad de vida en el mundo entero.

Desconfianza mutua

Tras reconocer que todavía no se han establecido las bases para una mutua confianza entre Estados Unidos y la URSS, Carter pidió a los norteamericanos que no se dejen cegar por el aparente mal momento que atraviesa la distensión, e insistió en que se habían hecho «algunos progresos» en las negociaciones sobre armas estratégicas.