El basurero nuclear alemán estará en la Baja Sajonia

Durante su estancia de seis días en Canadá, el canciller federal, Helmut Schmidt, que partió el miércoles por la noche de Bonn, intentará relanzar las negociaciones sobre la venta de uranio natural entre este país y la EURATOM.

Un resultado positivo en su mediación podría hacer de esta semana un eslabón determinante, a larga vista, en las modalidades del desarrollo futuro de la energía nuclear en la República Federal de Alemania. Esta estimación se apoya en otras dos decisiones tomadas el martes en París, y ayer en Bonn. Se trata del acuerdo para el desarrollo y comercialización de reactores rápidos a base de sodio, firmada con los franceses, y de la aceptación por el Gobierno federal de la región de Gorleben (Baja Sajonia) como futuro basurero nuclear, dada a conocer ayer.

Aunque las autorizaciones correspondientes deben ser dadas aún por el Gobierno del Land el Gobierno federal habría ya informado al Gobierno de la República Democrática Alemana, cuya frontera se encuentra a treinta kilómetros del lugar escogido, de sus intenciones.

En otro orden de cosas, el Gabinete ha decidido presentar a discusión un plan para la reestructuración de la defensa civil. El plan prevé la construcción de refugios para la población civil y la formación de reservas alimenticias y energéticas.