El derrotero político hindú interesa en Bonn y Moscú

El ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher, es el primer político occidental importante que visita la India tras el cambio de Gobierno en este país. Su colega soviético, Gromiko, será dentro de unos días el primer representante de un país socialista que se traslade también a Delhi. El primero pretende reafirmar lo que parece un giro prooccidental en la vida política india y el segundo quizá se proponga evitar que se deteriore la amistas lograda durante el mandato de Indira Ghandi.

Desde el punto de vista estratégico, Genscher desea conocer directamente cómo entiende el primer ministro Morarji Desai la no alineación respecto de los dos bloques mundiales referida a la India. El mismo problema será discutido por el ministro, durante su viaje de diez días, en Indonesia, Sri Lanka y Singapur, partidarios como la India de un status de neutralidad entre Washington y Moscú.Según los alemanes, la ocasión es favorable para incrementar la ayuda al desarrollo indio y las inversiones. La RFA envía a la India la parte más sustanciosa del presupuesto destinado a los países subdesarrollados: poco menos de un marco para cada habitante del inmenso país asiático, que cuenta con una población cercana a los 570 millones. Los cuatrocientos millones de m arcos -unos 12.000 millones de pesetas- con que la RFA ayuda a la Unión India experimentarán un sustancial aumento si mejoran las perspectivas de coperación económica, es decir, si la India progresa hacia su conversión en un mercado de consumo proporcional al número de, habitantes. Como expertos, acompañan- al ministro delegados de las treinta empresas alemanas más importantes.