Washington y La Habana inician la "diplomacia del baloncesto"

Apenas iniciada la «diplomacia del baloncesto» entre Estados Unidos y Cuba, el ministro cubano de Defensa, Raúl Castro, afirmaba en una emisión radiofónica que los norteamericanos deben abandonar la base de Guantánamo, que «ocuparon ilegalmente».

El partido de baloncesto entre la selección nacional cubana y un equipo combinado de Dakota del Sur, que se celebrará hoy en el Coliseum de La Habana, así como el segundo encuentro, programado para mañana jueves, se consideran en Norteamérica los equivalentes a aquellos partidos de ping-pong que iniciaron las relaciones entre Washington y Pekín.La presencia de dos senadores norteamericanos, Abourzek y McGovern, entre los miembros de la expedición deportiva que llegó el lunes a Cuba, después de dieciséis años de hostilidades entre los dos países vecinos, es prueba también de que los intercambios deportivos tienen una gran importancia política, de cara a la normalización de relaciones.

Sin embargo, el camino será lento y largo. El hecho de que Fidel Castro, gran aficionado al baloncesto, por otra parte, no se encontrará presente en el partido, o más exactamente, que se haya elegido para el mismo una fecha en que Castro estaba fuera del país, puso también freno a las esperanzas de los más optimistas partidarios de la normalización.

Por otra parte, la alusión de Raúl Castro al problema de la base naval de Guantánamo, uno de los mayores contenciosos entre los dos países, sirvió para recordar que una plena normalización exigirá muchas y muy complejas negociaciones, bastante más difíciles que organizar un partido de baloncesto.

La supresión de las restricciones para viajar a Cuba y para gastar dólares en la isla, decretada por Carter, así como, el inicio de conversaciones pesqueras entre Cuba y Estados Unidos, y, por último, la visita del equipo de baloncesto norteamericano a La Habana han sido evidentes avances en el camino de la distensión, pero las dificultades esenciales continúan sin salvarse.

Por ejemplo, Carter incluyó la retirada de las tropas cubanas de Angola como una condición previa para la normalización total de relaciones diplomáticas. Ahora, el hermano de Fidel Castro ha puesto en el tablero negociador otro tema candente: Guantánamo.

Como decía un especialista norteamericano, la diplomacia del ping-pong con China Popular tenía la ventaja de realizarse alrededor de una mesa, a la que era posible sentarse en un momento dado. La diplomacia del baloncesto, en cambio, se efectúa todavía en una cancha.