Posible acuerdo sobre el equipamiento militar de la OTAN
La semana en la sede de la OTAN se caracterizó por dos hechos importantes: la reunión de expertos occidentales, que analizaron la situación económica del Comecon, y el posible acuerdo entre Bonn y Washington para la construcción de tanques y para llevar a buen puerto el programa AWACS.
En el coloquio sobre el Comecon (en el que participó, como observador, una delegación diplomática española) los expertos de la OTAN escucharon, varias intervenciones, de profesores y técnicos occidentales no gubernamentales, sobre la situación de la integración económica en el bloque del Este.Destacaron las exposiciones del doctor Weisskopf de la Cámara de Comercio de Londres, quien explicó que la cooperación económica en el cuadro del Comecon era inferior a la colaboración entre países occidentales europeos que, en el contexto de las comunidades europeas, buscan una verdadera integración económica y comercial.
Se precisó el hecho de la interdependencia económica de los países del Este, que viven en un sistema «autárquico». Dos países, la URSS y Polonia, figuran como los únicos exportadores de energía, hecho que merece destacarse en momentos de crisis energética internacional. Los precios energéticos de la URSS y Polonia, para sus exportaciones hacia otras naciones del Este, son más bajos que los que rigen en el mercado internacional. En el futuro, siempre según los técnicos, tanto Moscú como Varsovia podrían inclinarse cada vez más a exportaciones de productos energéticos hacia el Oeste (donde los precios son más altos y en divisas) para equilibrar sus déficits en las balanzas de pagos y sus deudas exteriores.
En definitiva, la pregunta clave de saber si la organización del Comecon favorece o perjudica al poderío militar del Este, no figuró en el centro del debate, por lo menos en su actual edición.
En general, se consideró como «positiva» la eventualidad de una cooperación económica entre la CEE y el Comecon, puesto que esta sería una vertiente más del proceso de distension Este-Oeste, que tanto preocupa a los estrategas políticos y a la opinión pública.
Entrevista fructífera
Al margen del coloquio-sobre el Comecon, los medios diplomáticos de la OTAN califican también de «positiva» la entrevista, en Washington, entre el ministro alemán de Defensa, Leber, y su colega norteamericano, Brown. Parece que hay acuerdo entre la República Federal de Alemania (RFA) y Estados Unidos para el programa de construcción de tanques Leopard-2 y XM-1. El primero se fabricaría en la RFA, y el segundo en Estados Unidos, pero ambos contarían con componentes homologados, como el motor y el cañón.El acuerdo germano-norteamericano para fabricación de tanques incide en el proyecto de radares volantes, montados en aviones Boeing 707, conocido también por el nombre de sistema AWACS. Uno de los problemas fundamentales para la puesta en marcha del proyecto, destinado a controlar aviones enemigos que vuelan a baja altura, reside en los costes de la operación. La RFA será uno de los países que, junto con Estados Unidos, soportará gran parte del presupuesto, de más de 2.000 millones de dólares previsto para el programa AWACS.
Bonn supeditó su contribución al programa AWACS al plan deconstrucción de carros de combate Leopard-2. Hoy parece que hay acuerdo entre Washington y Bonn, y se habla en Bruselas de una posible solución definitiva del proyecto AWACS para el próximo día 25. En tal fecha se efectuará una reunión del comité de planes de defensa de la OTAN, que coincidirá con el paso por la capital belga de Cyrus Vance, secretario de Estado norteamericano, en su camino hacia Moscú.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.