Echarse al monte
«(...) A estas alturas ni sirven los sindicatos verticales, ni las pintorescas hermandades nacionales de labradores y ganaderos, ni algunas de las cooperativas que sólo funcionan a base del favor político y de la influencia caciquil.En vísperas de la consulta electoral con la que se enterrará definitivamente al franquismo, la rebelión de estos días no deja de ser una seria advertencia a los partidos derechistas que signen pensando en el pucherazo y el voto comprado. Porque el campo, que está semana se ha echado al monte como una advertencia que no ha sido trágica por la moderación con que hasta el momento se ha comportado la Guardia Civil, no está muerto, sino simplemente dormido.»
4 marzo
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.