El Gobierno, dispuesto a reducir las importaciones de maíz y soja

Ante la necesidad perentoria del Gobierno de reducir en lo posible el volumen de importaciones, el Ministerio de Agricultura a través del Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios, está dispuesto a conseguir que se potencie el cultivo de dos productos fundamentales y con incidencia en el comercio exterior agrícola español, como son el maíz y la soja.El pasado Consejo de Ministros aprobó una serie de medidas destinadas a intensificar la producción nacional de maíz-grano, a la vez que autorizaba al Fondo Regulador a establecer un acuerdo con la industria de piensos, por el que se logre aumentar la participación de la cebada en la formulación de piensos compuestos.

Todo parece indicar que la poIítica del Gobierno para reducir las importaciones de este cereal, van encaminadas a la potenciación de su cultivo, a base de regadíos, secaderos, mecanización e incluso pasar los regadíos excedentes de remolacha, tomate y patata al cultivo maicero. Igualmente, es posible reducir las importaciones de maíz si se alcanza un recorte sustancial en su utilización en la fabricación de piensos compuestos, ya que está demostrado que para cierto tipo de ganado, los piensos de cebada, dan tan buenos resultados como los de cebada. Sin embargo, queda por ver si la Administración es capaz de llegar a algún acuerdo con los fabricantes de piensos, que en su mayoría dependen de la tecnología norteamericana.

Política ganadera

Otro de los puntos potenciables, en cierta medida, consiste en la reconversión de nuestra política ganadera con un mayor aprovechamiento del potencial forrajero y de pastizales.Según cálculos estimativos realizados por los técnicos del sector, el consumo de maíz, que actualmente se aproxima a los 6.000 millones de toneladas, podría verse reducido a la mitad con una política coherente y que lograse superar los encontrados intereses de todo tipo que convergen en este producto.

En el intento para incrementar la producción de haba de soja en España, todo parece indicar que existen las mismas trabas e intereses como para hacer difícil su implantación en nuestro país, a pesar de que las fuentes oficiales insistan en señalar el problema climático corno el mayor obstáculo para la implantación de este cultivo.

Las últimas medidas del Forppa en el sentido de subvencionar a los cultivadores de soja para una superficie experimental de hasta 5.000 hectáreas, que les compensará del 50% del coste de la semilla que utilicen, y la concesión de primas para incentivar la obtención de más altos rendimientos de grano por hectárea, mediante la aplicación de mejoras técnicas de cultivo, van en este sentido. Sin embargo, los últimos intentos de la Administración, y así ha sido reconocido por altos cargos del Forppa, no han ofrecido resultados sobresalientes.

Existe la creencia entre técnicos del sector, que las dificultades para la implantación del cultivo del haba de soja en España se debe más a intereses ocultos de una minoría que a dificultades técnicas inexpugnables.

La única realidad fácilmente constatable es que la reducción del déficit de nuestra balanza comercial, depende en buena medida de las gestiones para hacer descender el consumo de maíz y de incrementar nuestra producción de soja.