_
_
_
_

Andreotti espera de Europa apoyo para el gabinete monocolor

«No tengo el deber ni el derecho a pensar en mi sucesión», ha declarado el primer ministro italiano, Giulio Andreotti, en una entrevista publicada por el semanario ideológico de su partido La discussione. Andreotti se refiere además a las elecciones europeas de la primavera del año que viene. Aunque los poderes de la asamblea europea -observa- sean limitados sobre el papel, serán de un gran alcance político. Por el momento, su política de mausteridad» no acaba de satisfacer a la izquierda. Los sindicatos han vuelto a organizar paros de un par de horas y reuniones de estudio. Andreotti está dispuesto a revisar su decreto sobre la reducción del costo del trabajo y la fiscalización de los gravámenes sociales, pero quiere que la revisión se haga en el Parlamento. Sobre el tapete se ha puesto, además, el problema de la abolición o redimensionamiento de las liquidaciones por ancianidad. Se querra fijar un techo de ochenta millones de liras en vez de las cifras astrcnómicas que se alcanzan hoy. El Gobierno Andreotti, por otra parte, está seguro de obtener del Fondo Monetario Internacional el préstamo de 650 millones, precisamente a finales de este mes cuando la lira quede sin protección alguna expuesta a la especulación.

En estas circunstancias de tira y afloja al Gobierno Andreotti le conviene durar, sea como sea, y para eso mira a Europa. Acaba de pasar por Roma en su avión privado el líder de la Democracia Cristiana bávara, Franz-Joseph Strauss, quien se ha entrevistado con los principales líderes democristianos y ha almorzado con el presidente de la República, Giovanni Leone, al día siguiente de haber cenado éste con el rey Juan Carlos.

A Strauss se le atribuye el proyecto de un frente moderado europeo, con todas las gamas del centro-izquierda al centro-derecha, es decir, todos aquellos que consideran al marxismo y al fascismo, hermanos gemelos. En ese frente se incluiría al primer ministro español, Suárez; al presidente del senado italiano, Amintore Fanfani, y al propio Andreotti. Se dice en los medios políticos que esta derecha democrática tiene fuertes apoyos en la industria electrónica y aeronáutica alemana y en un consorcio de bancos. Baste citar que la empresa Messerschmitt-Boeljow-Blohm, que vende helicópteros a China, produce en serie el avión de combate anglo-germano-italiano «MCR-Tornado», y que su jefe, Ludwig Boelkow, es desde enero pasado vicepresidente del Nato Industrial Advisory Group, organismo de consulta para la cooperación militar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Se trata, en pocas palabras. según ese plan, de obtener que socialistas socialdemócratas. con apoyo o sin apoyo de los eurocomunistas, no obtengan en el Parlamento Europeo la mayoría relativa. Por eso a la Democracia Cristiana le interesaría congelar la situación política interna actual hasta ver la Europa que resulta de la primavera de 1978. No hay que olvidar que el 45,4% de las exportaciones italianas en ciftas de 1974 va a la Comunidad Económica Europea.

¿Soportará la precaria situación política italiana una esperátan larga? Es la pregunta que se hacen todos los observadores políticos. Los indicios de una voluntad de caniblarla existen y se repiten. Esta vez, los socialistas son los primeros que se han movido, proponiendo encuentros bilaterales de los partidos que dan su abstención a Andreotti.

Conexiones fascistas

Entretanto, la «estrecha» conexión entre la delincuencia común y la extrema derecha italiana fue confirmada ayer por el ministro del Interior, Francesco Cossiga, tras la detención del famoso bandido Renato Valanzasca, y la del neofascista Pier Lulgi Concutelli. Valanzasca, autor recientemente del secuestro de la joven Emanuela Traparil, hija de un industrial de Milán, fue detenido ayer por la mañana, y en la vivienda de Concutelli, arrestado hace dos días, la policía encontró varios de los billetes que habían servido para pagar el rescate de la muchacha.

En el piso del activissta neofascista, miembro destacado de Ordine Nuovo (Orden Nuevo) y presunto asesino del juez romano Vitorio Orcossio, se halló también una lista de nombres, direcciones y números telefónicos de cincuenta abogados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_