El vicepresidente norteamericano promete apoyo a Italia
El respaldo norteamericano para un nuevo crédito por mil millones de dólares, que Italia intenta obtener del Fondo Monetario Internacional, las perspectivas económicas del país a corto plazo dentro del esquema antiinflacionario aplicado por el Gobierno Andreotti y las posibilidades políticas del Gabinete democristiano en los próximos meses, constituyeron ayer los principales temas abordados por el vicepresidente de Estados Unidos, Walter Mondale, a su llegada a Roma, durante la primera entrevista que mantuvo, a las 15.30, con el primer ministro italiano.Mondale, que hoy será recibido por Pablo VI, prometió el apoyo de su país para el nuevo empréstito, y examinó con Giulio Andreotti el programa de la próxima conferencia de la Comunidad Económica Europea (CEE), a realizarse en Roma el 23 de marzo, y las cuestiones más significativas a ser debatidas en la cumbre económica occidental, proyectada para mayo o junio en Londres. Entre esos asuntos destaca el energético y el de las relaciones con los países del Tercer Mundo productores de materias primas. En ese sentido, Mondale y Andreotti habrían coincidido en la necesidad de «unificar» los precio petroleros occidentales y sus respectivas posiciones internacionales en relación con Oriente Próximo. No obstante, Andreotti le ha sugerido a Mondale, al parecer que en ese aspecto su Gobierno sigue condicionado -como en diciembre pasado, en ocasión de su viaje a Washington- por la «crisis particular dentro de la crisis general» que afecta a Italia en el con texto de occidente, y además por la situación política de su Gobierno, dependiente, por el momento, de un «mantenimiento indefinido» de la estrategia abstencionista del Partido Comunista en el Parlamento y de los cambios de orientación que puedan -o no- registrarse en el Partido Socialista.
Aunque nada ha trascendido aún sobre ese punto, Mindale le habría reiterado a Andreotti las prevenciones de Washington en torno a una participación de los comunistas en el poder, y se habría interesado, a la vez, por la actitud de los socialistas y sus posibilidades de acercamiento a la socialdemocracia europea, estudiada ya por el senador Edward Kennedy con Bettino Craxi, secretario general del PS, en octubre pasado. Algunos líderes del Partido Socialista, como De Martino y Mancini, se han manifestado últimamente partidarios de formar un Gobierno democristiano-socialista, con apoyo, pero no participación, comunista. En cambio, Craxi aboga por un Gobierno de «emergencia nacional», con intervención inicial del PC, que luego se trasformaría en otra de «alternativa socialista».
Por lo demás, Mondale se ha mostrado satisfecho ante la política de firmeza adoptada por Andreotti en materia de orden público.
La situación de la Alianza Atlántica parece representar, precisamente, una de las máximas preocupaciones que Mondale a traído a Italia, lo mismo que a los países ya visitados por el enviado de Carter. A su llegada a Ciampino procedente de Berlín, a las dos de la tarde, Mondale reafirmó el «compromiso de Estados Unidos con la OTAN», a la que Washington no someterá a una reducción presupuestaria.
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