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Detenido en la URSS el físico Orlov

La policía secreta soviética (KGB) completó ayer una nueva y amplia acción de represión contra el grupo disidente encabezado por el doctor Yuri Orlov, dedicado desde hace un año a controlar el cumplimiento, por parte del Gobierno de Moscú, de los acuerdos de Helsinki sobre derechos humanos. La acción represora ha terminado con la detención del propio Orlov y con una serie de registros domiciliarios destinados a reunir «pruebas» contra el grupo.Orlov fue detenido en un suburbio de Moscú y conducido a una comisaría para ser «interrogado». Testigos del arresto declararon que cinco agentes de la policía secreta detuvieron a Orlov cuando éste se disponía a reunirse con varios corresponsales occidentales.

Anteayer, mientras el KGB seguía «examinando» los apartamentos de los disidentes, la agencia oficial Tass anunció que se habían encontrado «pruebas» de que tres dirigentes del grupo Orlov «trabajaban» para una organización de emigrados «nacionalistas y derechistas rusos», con asiento en París, denominada -según las autoridades soviéticas- «Alianza Laboralista Popular».

La vivienda de Orlov fue registrada durante doce horas. El destacado físico soviético negó las acusaciones difundidas por la Tass. Otro tanto hizo la presunta disidente Lyudmila Slexeyeva, cuyo hogar también fue allanado.

Entretanto, la policía continuó buscando «pruebas», por tercer día consecutivo, en el apartamento de otro integrante destacado del «directorio» pro Derechos Humanos, el escritor Alexander Ginzburg, quien finalmente fue citado ayer a mediodía a «declarar» por el Fiscal del distrito de su barrio.

Los registros se extendieron durante las últimas horas a las casas de la madre de Ginzburg y a la de Lydia Voronimia, joven moscovita asociada al grupo Orlov. Por lo menos otros tres «disidentes» recibieron también la visita de la policía.

Andrei Sajarov, uno de los más conocidos portavoces de la oposición dentro de la URSS. declaró ayer a periodistas occidentales que la acción policial supone una «respuesta» a la preocupación manifestada por el presidente electo de los Estados Unidos. Jimmy Carter, en relación con la situación de los derechos humanos en la Unión Soviética.

Otro aspecto de esa «respuesta» soviética lo constituye la negativa oficial a otorgar un visado de salida a la señora Irina MacLellan, nacida en la URSS y esposa de un profesor norteamericano. Según informó la señora MacLellan. el jefe del departamento de visados le dijo en su última entrevista que no quería «volver a verla en todo el año 1977».

Por su parte, Orlov, miembro de la Academia de Ciencias de Armenia (república de la URSS), ya había sido detenido e interrogado durante horas el pasado 15 de mayo. De su comité, condenado públicamente por el Gobierno, forman parte también el escritor Anatolo Martchenko, el general Piotr Grigorenko y la esposa de Sajarov.

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