_
_
_
_
_

Primer Certamen Internacional de Lanzarote

Punto final a una controversia

De sabios es mudar de opinión, pero ni sabio ni lego pueden, una vez acaecidos, modificar los hechos. No está mal que, de acuerdo con el consejo bíblico, decida César Manrique revisar la suya acerca de lo ocurrido en el acto inaugural del Primer Certamen Internacional de Artes Plásticas de Lanzarote, siempre y cuando no altere la objetividad y el orden de lo ocurrido. Las alternativas, en suma, de su juicio —son tan respetables como inamovibles los hechos— que hayan venido a motivarlas.

De no muy buena gana, me veo obligado a terciar en el aburrido debate en torno al llamado Primer Certamen Internacional de Lanzarote, por la sola razón de verme yo aludido y aparecer citado el nombre de EL PAIS en la carta abierta que el señor Manrique, presidente de tal certamen, ha enviado al periódico en que, por menester profesional, dejé escrita mi crónica y explayada mi crítica.

«Estos hechos —suscribe y firma Cesar Manrique— son tan arbitrarios como insólitos.» No, señor mío. Si de hechos se trata, busque otros adjetivos, que los hay (lamentables, irritantes, enojosos..., duros de pelar), con que adornarlos, o refiera arbitrariedad e insólita condición al proceder de sus protagonistas, usted incluido. Las cuestiones de facto no admiten retroacción, si no es por vía de melodrama (aquello de la nariz de Cleopatra..., o el más común ¡si yo hubiera sabido!).

«Nunca se trató de ocultar la vinculación con el Certamen de la Delegación Nacional de Cultura.» Tal escribe usted, señor Manrique, mezclando sus particulares intenciones con sucesos comprobados. Ni entro ni salgo en lo que a rectitud de sus propósitos concierne. Me limito a rectificar cuanto en su día dejé escrito en estas mismas páginas, a tenor de lo que usted dejara dicho en la turbulenta rueda de prensa que procedió al acto inaugural.

El escrito de los artistas, a que hace usted referencia en su carta y del que fui portavoz, exponía una situación de hecho, siendo estos algunos de sus puntos:

1. Que las obras nos fueron solicitadas personalmente por César Manrique de cara a su exposición en el museo del Castillo de San Gabriel, creado por el Cabildo insular de Lanzarote

2. Que prestamos nuestra colaboración incondicional, en la ignorancia de que la Secretaría General del Movimiento tuviera papel alguno en dicho certamen.

3. Que, a tenor de ello, mostramos nuestra disconformidad ante la ingerencia de dicha Secretaría General en los trámites de invitación, inauguración y demás actos oficiales.»

Hechos, hechos...

Los artistas, como ve, se contentaron con hacer pública una situación de facto, unos cuantos hechos que usted, quiéralo ahora o no, reconoció, en tono displicente a veces (era un dato que no consideré importante) y a veces desafiante (por Lanzarote, yo vendo el alma al diablo). Pongo de ello por testigo mi propio testimonio y el de Cuadernos para el Diálogo, Cambio 16, Diario 16... e incluso el de otras publicaciones que, alabando la actitud de usted y discrepando de la mía, nunca desmintieron lo que en su día afirmé y sigo hoy afirmando.

No olvide, de otro lado, que los juicios emitidos por usted, en la rueda de prensa preinaugural, constituyen igualmente hechos. Muy libre es, insisto, de revisar sus motivaciones, pero sin alterar un ápice del verdadero acaecer. Por más que ahora asegure que no intentó ocultar vinculación alguna la Secretaria General del Movimiento, usted reconoció públicamente (un hecho) que la ocultación se había producido (otro hecho)

¿Más hechos? Una veintena de artistas, reunidos en Madrid, en los locales de la Asociación de Artistas Plásticos, deciden convocar el 16 de diciembre del año en curso, una asamblea informativa en la que se redactó el siguiente documento: «En el mes de septiembre de 1976, casi doscientos artistas y algunas galerías reciben una invitación personal de César Manrique para participar en el I Certamen Internacional de Artes Plásticas que se celebraría en Lanzarote. En tales invitaciones, no aparece en ningún momento ni de ninguna manera la Delegación Nacional de Cultura de la Secretaria General del Movimiento.

Sólo dos días antes de la inauguración oficial del certamen, algunos artistas (muy pocos) tienen conocimiento de la presencia de la citada Secretaría en la organización y financiación del certamen. También por primera vez, y para los demás artistas, a través de los medios de comunicación, se hace saber la participación, silenciada hasta entonces, de dicha Secretaria.

Ante estos hechos, un grupo de artistas redacta, provisionalmente, un documento donde manifiestan su sorpresa y disconformidad ante la participación, expresamente silenciada, de la citada Secretaria.

En la rueda de prensa, horas antes del acto inaugural, fue hecho público este escrito ante los responsables de la organización, aceptando éstos el haber ocultado en las invitaciones, repetimos, hechos a título personal, la participación de la Secretaría General del Movimiento en todo el proceso.»

Queda más que clara la exclusiva atención a los hechos que en el informe se detallan. Consecuencia de él y de ellos, fue otro documento en que los artistas exponen consideraciones generales en torno a lo derechos intelectuales de la obra vendida, incluidos en la legislación internacional y suscritos por el Estado español. Por afectar directamente al caso que nos ocupa, traeré al comentario uno de sus párrafos: En la reunión de la permanente de la asociación, celebrada el día 16 de diciembre, se acordó que la asociación se pronunciase sobre el asunto del I Certamen Internacional de Artes Plásticas que se celebra en Lanzarote. La asociación rectificó, una vez más, que todo artista plástico tiene derecho a estar informado y ser consultado sobre la utilización pública de su obra.

Y un hecho último, que por sí mismo esclarece posturas y reduce de antemano deserciones y desmentidos, un documento cuya sola lectura ha de ahorrarle al lector dudas y conjeturas:

«En una reunión convocada por César Manrique, en Madrid, el día 17 de diciembre de 1976 y al que asistieron un grupo numeroso de artistas plásticos, invitados al I Certamen Internacional de Lanzarote, se informó de lo siguiente:

—Que la organización del certamen ha corrido a cargo de César Manrique y del Cabildo lnsular de Lanzarote.

—Que los artistas plásticos han sido invitados a participar personalmente por César Manrique.

—Que los artistas plásticos invitados, por consideración a Lanzarote, al Cabildo Insular y a César Manrique, han aportado sus obras al 50 % de su valor.

—Que el Cabildo Insular ha aportado a dicha organización veinte millones de pesetas.

—Que la Delegación Nacional de Cultura de la Secretaría General del Movimiento, habiendo prometido una aportación inferior, ha pretendido apropiarse de la paternidad exclusiva de dicho certamen »

Fin

Sin poner ni quitar nada, me limito a ofrecer el documento tal como los artistas me lo han ofrecido. De lo dicho por ellos, puedo añadir que César Manrique, llegó a firmar, de su puño y letra, el escrito, pareciéndole luego improcedente, por ser él de algún modo, suscritor y destinatario. Dos días después, enviaba su carta abierta a la prensa (cuyas informaciones —así, e indiscriminadamente— están tergiversadas o adolecen de una evidente carencia de datos objetivos), en la que asegura que, aparte del apoyo de artistas y galerías, se dedicó a buscar el de la Delegación Nacional de Cultura, a través de su Secretaría General, Guillermo Montes, y del entonces delegado nacional, Jaime Delgado, y posteriormente, de la actual delegada nacional, Carmen Llorca, que acogió calurosamente el proyecto. Su conclusión definitiva es, según quedó dicho, que nunca trató de ocultar la vinculación del certamen con la Delegación Nacional de Cultura, de la Secretaría General del Movimiento.

Y punto final. Me parece válido que César Manrique recurra a dicha Secretaría y que ésta haga públicamente suyo lo que de hecho había patrocinado. Juzgo igualmente razonable que los artistas protesten de haber sido personalmente requeridos por una entidad, y luego, oficialmente invitados por otra. Corra el resto de la controversia, con sus graves acusaciones y curiosos desmentidos, de cuenta de ellos y del señor Manrique, sin que los hechos sufran menoscabo. Acorde con la norma cervantina, ha querido mi comentario ceñirse al relato de los hechos, sin entrar para nada en el desván de los pensamientos ni en el transfondo de los deseos.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_