La policía desalojó a los estudiantes de Arquitectura

Los alumnos de quinto curso de Arquitectura, que iniciaban ayer el noveno día de encierro en la Escuela, fueron desalojados por la fuerza pública sin que se produjeran incidentes.

Ante la comunicación de la Jefatura de Orden Público de que se iba a desalojar el centro por orden del Gobierno Civil, el director de la Escuela, Juan del Corro, solicitó hablar primero con los estudiantes, a los que pidió que evitasen la intervención policial y expresó la opinión de las autoridades de que a se había conseguido informar suficientemente a la opinión pública del problema de los alumnos. Estos elaboraron un comunicado, en el que lamentaban «la nula capacidad de diálogo y la falta de respeto a la dignidad personal por parte de las entidades a que afectan nuestros problemas».Los estudiantes estaban encerrados ante el elevado número de suspensos -83 de los 89 presentados en la convocación de noviembre- en la última asignatura que les queda para terminar la carrera, Proyectos III, de la que es catedrático Francisco Javier Sáez de Oiza. A juicio de los alumnos, parece que el señor Sáez de Oiza no vio sus ejercicios hasta el último día, por lo que piden una revisión de los mismos. Además, solicitan -y así lo han hecho constar en una carta al ministro de Educación- la dimisión de la cátedra y la apertura de un expediente administrativo a los profesores afectados por considerar que la enseñanza impartida y los criterios por los que se rige «carecen de interés y rigor pedagógico».

Los alumnos pasaron la Nochebuena encerrados en la escuela, donde fueron visitados por algunos, profesionales y familiares. Entre los profesionales que han apoyado la actitud de los futuros arquitectos se encuentra Miguel Fisac. «Me parece que lo que están haciendo con estos estudiantes es una iniquidad -manifestó el señor Fisac a EL PAÍS-. Para mí, la esencia de toda creatividad es la libertad de expresión y los profesores de la asignatura en cuestión están exigiendo unos proyectos con arreglo a sus criterios personales, pretendiendo imponerlos. Esto he tenido oportunidad de verlo de cerca y me parece que coacciona la libertad del alumno. Incluso he hablado dos veces con Oiza para decirle que lo que está haciendo es inadmisible».

Ante la idea de que el señor Fisac estuviera apoyando a los estudiantes por querer entrar como profesor en la escuela, éste explicó que desde que hace 35 años terminara Arquitectura le han ofrecido dar clases en diversas ocasiones, entre otras siendo directores Luis Moya y Víctor D'Ors. Incluso, según dijo, hace ya 25 años le ofrecieron la dirección de la Escuela. Pero que él se negó en todas las ocasiones. «He rechazado hasta ser académico», añadió.

Los alumnos intentarán hablar hoy con el director de la Escuela, Juan del Corro, para que éste les ceda un aula donde poder reunirse, ya que consideran que, al ser un problema de la Escuela, ha de ser tratado dentro de ella. El señor Del Corro está teniendo diversas entrevistas con el rector de la Universidad Politécnica, de las que podría salir alguna solución al conflicto sin que los estudiantes tuvieran que realizar nuevos exámenes. Preguntado sobre este particular, Juan del Corro dijo que prefería guardar discreción al respecto y que, en cualquier caso, no era un 94% de suspensos del total de matriculados en el curso, que eran unos quinientos, sino que ese porcentaje era de los 89 que habían suspendido el tercer examen del año académico.

Sobre el desarrollo del conflicto, el señor Del Corro dijo que había preferido mantenerse al margen en todo lo posible.