"En aquesta illa tan pobra", último disco de UC
En aquesta illa tan pobra comenzó a cantar hace dos años UC, único grupo que representa en Ibiza la corriente de recuperación de] folklore autóctono. Precisamente es este En aquesta illa tan pobra el título de¡ segundo y último «Ip» de UC. El primero fue Cançons de Ibiza y ahora uno en proyecto, sin bautizar. Isidor, Joani y Victori, los tres componentes de UC, todos ellos, ibizencos y sólo uno. "residente en la isla -la emigración interior, como ya se sabe- se consideran plenamente integrados en el movimiento musical que desde hace ya varios años se extiende por el área de los países de habla catalana.
«Nosotros hacemos canción catalana, pero no pertenecemos a la Nova canço ya no puede hablarse de Nueva canço.
En este sentido UC participa de la inquietudes políticas y sociales que comportan los cantautores que se encuentran en esta línea, así lo refleja la temática de sus canciones, denuncias del centralismo de la miseria del trabajador: «Ies neix pobre que es morga sense un día de descans» («y el que nace pobre que se muera sin un día de descanso»), dice uno de sus textos.
Pero el ingrediente más peculiar y válido del estilo que practica UC es el humorismo sencillo y directo que tiene su interpretación crítica de la realidad de un matiz burlesco característico.
En esa ironía «silvestre» y mordaz, que se manifiesta tanto en sus letras como en su música, es donde sus mensajes adquieren mayor fuerza. Las canciones de UC proclaman la existencia deuna Ibiza, de un pueblo ibizenco muy distinto a los esterotipos servidos al consumo nacional e internacional: paraíso de hippis, kilómetros de playa urbanizable o cotos de libre nudismo.
Contribuir a devolver al pueblo su memoria histórica, retrotraer su conciencia a los orígenes de un presente que sólo desde esta perspectiva puede explicarse. En esta tarea la música y, sobre todo, ta canción popular tiene un importante papel que cumplir.
Por eso UC actúa preferentemente en fiestas patronales, cooperativas de gente de campo y asociaciones de vecinos, aunque a veces también lo hace ante un público más o menos «progre ». El folklore balear ha venido sufriendo un proceso de mixtificación, convirtiéndose en materia reservada para divertimento del turista, pero las cosas ya están cambiando. Por primera vez en Palma un grupo de payeses ha actuado ante un público formado por payeses, y esto es un sintoma positivo y prometedor.
Sin embargo, en Ibiza la cultura popular no se ha reintegrado todavía al pueblo. En el caso de la música esta situación está agravada por su pobreza instrumental -sólo interviene instrumentos tan simples y primitivos como el tambor, la flauta y las castañuelas- que no la hace competitiva frente a nuevas formas musicales.
Las fuentes de inspiración de UC son propiamente ibizencas, apoyadas sobre el sonido arcaico del tambor y de la flauta, enriquecidos con la vibración de alguna cuerda de guitarra, cantan romances de payeses, canciones de trabajo y un tipo de canción erótica que es uno de los aspectos más curiosos de la tradición isleña.
«Este tipo de canción ha sido hasta hace algunos años el único medio que tenían las parejas de relacionarse. Un vehículo de comunicación hombre-mujer. Con letras improvisadas, o no tanto, se establecían diálogos musicales que expresaban con símbolos a veces muy afortunados, la emoción, el deseo erótico y servían para hacer alarde de las cualidades que cada amante se atribuía».
Entre una influencia áiábe de origen y la posterior de los conquistadores catalanes en la canción popular ibizenca se integra un rico repertorio de modos y voces que el trabajo de UC contribuye a conservar.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.