Medicina y Ciencias de la Información, las Facultades más afectadas por la selectividad

De las 2.008 solicitudes de ingreso presentadas en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid sólo han sido admitidas 400. De ellas, aproximadamente 200 corresponden a Periodismo, 100 a Imagen y 100 a Publicidad. Estas cifras contrastan con las del pasado curso académico, en que pudieron matricularse en primer curso 1.430 alumnos en Periodismo, 354 en Imagen y 124 en Publicidad, según datos que se recogen en una nota elaborada por la organización del Partido Comunista de la Facultad de Ciencias de la Información.La Junta de Facultad de Medicina de la Complutense aprobó por unanimidad hace unos días la limitación de entrada en el primer curso a 600 estudiantes con nota superior a 5,5. Según los estudiantes, ellos y los profesores no numerarios se mostraron en contra de dicha medida por ser antidemocrática y estar en contradicción «con la disculpa dada para la subida de las tasas: aumentar presupuestos para la Universidad», además de que el baremo establecido por el Ministerio, dicen, es de 4,5.

Medicina y Ciencias de la Información están siendo, sin duda, las Facultades más afectadas por las medidas selectivas. Las protestas al respecto han llegado de distintos estamentos. En Valladolid, por ejemplo, la Diputación se reunió en pleno extraordinario y ofreció su mediación y ayuda si se alegaban causas económicas. Varios ayuntamientos de ciudades de su distrito universitario, así como asociaciones de vecinos y otras entidades han hecho oir, asímismo, su protesta.

En la Escuela de Magisterio María Díaz Jiménez, de Madrid, los alumnos informaron que, por las pruebas selectivas, habían quedado excluidos un 70 por 100 de los solicitantes y en las escuelas de Islas Filipinas y Pablo Montesino los porcentajes de no admitidos eran de un 65 y un 60 por 100, respectivamente, segun sus datos.

En el caso de los alumnos de Ciencias de la Información, anteriormente citado, su informe intenta apuntar soluciones a algunos de los argumentos esgrimidos para limitar el acceso a la Facultad. Con respecto a la falta de espacio, afirman que en años anteriores han cursado sus estudios en condiciones precarias y que las autoridades competentes deberían haber previsto las nuevas necesidades, al tiempo que señalan que podrían dilatarse los horarios y establecer más turnos. «No se puede responsabilizar a las nuevas vocaciones, sino a unas autoridades académicas derivadas de una junta interministerial nefasta». Con respecto a la afirmación de que está cubierta la demanda de puestos de trabajo, los estudiantes citan una serie de cifras comparativas de plantillas -como las de la BBC (24.000 personas o la ORTF (18.000) para alegar que, según ellos, se necesitarían más profesionales para atender a las necesidades del país.