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"Eliminar el estudio del marxismo es una grave limitación"

Declara Adolfo Sánchez, filósofo español en la Universidad de México

«La eliminación, durante las últimas décadas en España, del estudio del marxismo es una grave limitación desde el punto de vista de la enseñanza y la investigación», ha declarado a EL PAIS Adolfo Sánchez Vázquez, filósofo español residente en México, a su llegada a Madrid, donde permanecerá hasta finales de mes. Al finalizar la guerra civil emigró a México, cursando estudios de Filosofía. Catedrático de Estética y de Filosofía contemporánea en la Universidad Nacional Autónoma de México, es actualmente jefe del Departamento de Filosofía. Hace unos años estuvo en España poco tiempo y por razones familiares, ahora ya me encuentro en situación normal, en consonancia con la situación que se ha creado en el país.La obra filosófica de Sánchez Vázquez, publicada en México, tiene entre nosotros una circulación muy restringida. Es posible que sus libros, Las ideas estéticas de Marx, Filosofía de la praxis, Del socialismo científico al socialismo utópico, Etica, Estética y Marxismo, la primera antología en su género, puedan pasar ahora de la trastienda a los escaparates de las librerías.

Estética y marxismo son los campos de investigación del profesor Sánchez Vázquez, en la Universidad mexicana, donde imparte sus cursos en plena libertad de expresión.

«Dada la influencia teórica práctica del marxismo en el mundo, la eliminación en España del campo de estudio de esta corriente del pensamiento es una grave limitación desde el punto de vista de la enseñanza y la investigación. Sin embargo, he observado que desde hace unos años, hasta donde llega mi conocimiento y a través de las obras de algunos pensadores jóvenes, en España se observa un proceso rápido de recuperación en este terreno. En las circunstancias actuales la tarea más importante, desde el punto de vista del marxismo, es dar a conocer más los textos fundamentales de los clásicos, tratar de examinar los problemas que la propia vida y realidad plantea, con esta metodología que el marxismo proporciona. Pero es muy importante, y en esto no nos cansaremos de insistir, sin hacer nunca del marxismo un dogma, y, por el contrario, haciendo de él una teoría viva que esté confrontada constantemente, como la confrontaba Marx con las teorías más opuestas y sobre todo con la propia realidad. Me refiero siempre al marxismo como una doctrina crítica, viva, que sólo negándose a sí misma puede volverse cerrada y dogmática. Con el nuevo clima político que comienza a afirmarse en el país se dan condiciones favorables para esta difusión y confrontación del marxismo».

¿Siguen vigentes los principios del marxismo clásico frente a formulaciones como el eurocomunismo o las interpretaciones de los distintos partidos comunistas?

«Creo que los principios fundamentales del marxismo, aunque elaborados en una sociedad en la que el capitalismo no había alcanzado las formas de desarrollo características que tiene en la actualidad, estos principios siguen siendo válidos, pero a condición de que se apliquen de un modo creador y no mecánico, de que tomen en cuenta todos los cambios, virajes, y particularidades que la propia vida ofrece, es decir si la dialéctica es un aspecto fundamental del marxismo, el marxismo mismo tiene que ser dialectizado».

La transformación de la cultura

El profesor Sánchez Vázquez comenta las relaciones del marxismo y la cultura:«El marxismo como teoría de la praxis, particularmente como teoría de la sociedad, proporciona elementos explicativos fundamentales para la comprensión de los fenómenos culturales en general, y artísticos y literarios en particular. En el plano teórico, evidentemente, el marxismo aspira a proporcionar una teoría de la cultura, una teoría del arte, de la literatura. En mi antología he pretendido presentar textos diversos en este aspecto de la teoría marxista.

Por otro lado, el marxismo en la práctica, los partidos políticos, aspiran a una transformación radical de la sociedad y un elemento importante es la transformación de la cultura. Es aquí donde inciden los problemas tan complicados y controvertidos de las relaciones entre cultura, arte o política, cultura y clase, etcétera. Sobre esto hay ya experiencias históricas en las sociedades socialistas que no forzosamente deben considerarse como modelos. En nombre del marxismo no hay por qué justificar una política cultural o artística que implique una negación o limitación de la libertad de creación; por el contrario, una sociedad de este género debe ofrecer el terreno más amplio para que el arte, libre de las leyes del mercado, sea verdaderamente la expresión de un trabajo creador».

Como representante de la Universidad de México, acaba de participar en el Congreso Internacional de Estética, celebrado en Darmstadt (Alemania Occidental), cuyo interés principal ha sido «sacar los problemas estéticos y artísticos del marco tradicional para tratar de encontrar las conexiones del arte, con la industria y con la vida cotidiana».

A finales de mes, el profesor Sánchez Vázquez se reincorpora, a la universidad mexicana. «Trataré de venir -dice-, con la mayor frecuencia posible y poderme vincular con la vida universitaria y cultural. Han pasado casi 39 años y los que salimos muy jóvenes no podemos tampoco olvidar lo que México en un momento tan difícil para nosotros nos ofrecía al permitir reconstruir nuestras vidas y desarrollar la modesta obra que he podido realizar hasta ahora».

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