El Gobierno controlará los experimentos sobre genética

Una comisión del Gobierno londinense ha propuesto un estricto control sobre los experimentos referidos al campo de la genética. El control será voluntario en la mayoría de los casos, pero los científicos tendrán la obligación de notificar a las autoridades médicas gubernamentales el detalle y al alcance de los experimentos que piensen realizar, antes de comenzar éstos, y habrán de sujetarse en ellos a un código de conducta especificado al efecto.

El control se ejercerá sobre experimentos en los que se transfieran las características de un organismo a otro, creando nuevas formas de vida que no existen en la naturaleza. Estas técnicas ofrecen un inmenso potencial de beneficios, tales como la posibilidad de «fabricar» una bacteria común en la raza humana que actúe de insulina para los diabéticos o hacer innecesario el uso de fertilizantes en las plantas al hacer en ellas sus propias fuentes de fertilización. La comisión del Gobierno expresa también el temor de que esta transferencia de cuerpos orgánicos produzca en la raza humana efectos nocivos como la destrucción de los anticuerpos intestinales, determinando la predisposición al cáncer o creando nuevos gérmenes resistentes a medicamentos.

Por estas posibilidades se hace necesario el control de los experimentos. La comisión gubernamental propone también la creación de un grupo asesor de manipulación genética que estudie y dirija sobre las experiencias de laboratorio.

El Gobierno británico anunció que aceptaba los principales contenidos de la propuesta de la comisión.