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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Buñuel, psicoanalizado a través de su cine

El ojo de Buñuel. Psicoanálisis desde una butaca, de Fernando Cesarman, Barcelona. EditorialA nagrama. 1976.

El ensayo que comentamos, finalista del premio Anagrama de ensayo, debido al psicoanalista mexicano Fernando Cesarman, nació a petición del fallecido escritor español, Max Aub, que preparaba hace unos años una biografía sobre Luis Buñuel que la muerte no le dejó concluir. El trabajo previo, concebido como un análisis sintético de la obra buñueliana desde el punto de vista del psicoanálisis, fue desplegándose y enriqueciéndose hasta constituir una obra autónoma, realmente original y valiosa, que será -desde ahora- imprescindible para comprender en profundidad la contribución del aragonés de Calanda a la cultura cinematográfica universal.El libro de cine constituye, afortunadamente, una especialidad en auge entre nosotros, y, cada vez más, aunque el desequilibrio sea todavía considerable, aparecen los escritos en español frente a las traducciones, sobre todo del francés e inglés. Desde un punto de vista global podríamos distinguir dos grandes grupos de ediciones cinematográficas: uno, constituido por los estudios, críticas y ensayos internos, que contemplan el fenómeno del cine desde dentro, y lo intentan resolver con criterios específicos, sin trascender el campo especializado del propio cine, y otro, formado por aquellas contribuciones científicas que analizan los fenómenos cinematográficos desde muy variados ángulos: estético, sociológico, lingüístico, jurídico, psicoanalítico como en este caso que nos ocupa y otros muchos.

El cine, como cualquiera otra de las realidades de nuestro tiempo, no puede, ni debe, escapar a esta bipolaridad que le hace pertenecer, por un lado, al mundo del conocimiento general, del que constituye una parte, mientras no deja de constituir una parcela profesional altamente especializada, con sus leyes y exigencias propias. El cine, como la pintura, la prensa, o la televisión -por no citar más que las realidades comunicativas básicas de nuestro mundo contemporáneo- pertenece a los que lo hacen, por supuesto, y también es patrimonio de los que lo reciben, entre los que ocupan un lugar sobresaliente aquellos profesionales de la cultura, como Fernando Cesarman, capaces de superar las limitaciones conceptuales del trabajo cotidiano para aplicar su metodología profesional a temas que escapan, convencionalmente, de su quehacer. Los críticos y estudiosos del cine intentan enriquecer las aportaciones y caminos de investigación, usando sistemas y métodos de otras tareas, y entre estos recursos se cuenta, a menudo, el psicoanálisis, entendido en este libro, desde un punto de vista freudiano ortodoxo. La diferencia entré los aficionados y los profesionales es bien patente. Cesarman examina minuciosamente la obra de Buñuel, casi en su integridad, y su fino instinto psicoanalítico pone de relieve una amplia serie de claves y recurrencias temáticas que iluminan los vaivenes y meandros del cineasta aragonés, desvelando bastantes de sus puntos oscuros y estableciendo un itinerario creador extraordinariamente fascinante.

Es necesario insistir, sin embargo, en que ningún método de ataque a una obra, ni a un conjunto sistemático de creaciones es, ni puede ser, definitivo. Lo que Fernando Cesarman nos propone es un acceso complementario -extraordinariamente útil, por supuesto- al universo buñueliano, pero no una panacea milagrosa que revele el secreto último del maestro español.

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