Setenta mil millones de pesetas consumieron los españoles en medicamentos
Los españoles consumieron durante el año 1975, más de 70.000 millones de pesetas en medicamentos, a través de la Seguridad Social. 54.000 millones fueron pagados por la Seguridad Social, y los 16.000 restantes corrieron a cargo de los laboratorios, farmacias e interesados. Estas cifras ole consumo de medicamentos son índice del progreso de nuestra sociedad, pero también expresan y suponen la existencia de otros problemas.
Teniendo en cuenta que durante los años pasados, el mercado mundial de medicamentos se estimó en casi un billón y medio de pesetas, puede considerarse la cifra española bastante elevada. Los españoles ya empiezan a adquirir el nivel de aquellos pueblos desarrollados en los que se consumen medicinas para todo.Los factores que se atribuyen al gran consumo de medicinas son de diverso tipo. Por una parte está el estímulo de las empresas farmacéuticas y sus campañas publicitarias invitando a la resolución de problemas de salud, e Incluso otras necesidades mediante el consumo de diversos productos.
Otro factor a tener en cuenta en el desarrolló de los productos farmacéuticos es la necesidad de solución que los individuos experimentan ante los problemas inmediatos. El medicamento se convierte entonces en la solución más rápida, pese a las indicaciones de expertos en el sentido de que la inflación de medicinas tampoco es buena para la salud. Detrás de cada medicina suelen existir las contraindicaciones que señalan peligros nuevos tras la resolución de cada mal.
Constantemente la ciencia descubre estos efectos perniciosos, o cuando menos, peligrosos de algunos medicamentos. Hace pocas semanas eran denunciados en Francia los medicamentos derivados de la quinoleína. Estas medicinas empleadas frecuentemente en el tratamiento de las enfermedades intestinales provocaban transtornos nerviosos e incluso alguna defunción. Los productos fueron retirados del mercado en Japón y en Estados Unidos. A resultas de la campaña francesa, tres firmas farmacéuticas francesas consideradas como responsables de más de 900 muertes acaban de anunciar que habían propuesto indemnizaciones a las víctimas. Lo que pasa es que las únicas víctimas que podrán cobrar esa indemnización son las que no murieron varios millares de ciudadanos que están afectados por consecuencias del medicamento.
El medicamento se presenta por otra parte como el sustitutivo de un tratamiento más complejo y completo que requeriría la existencia de mayor número de médicos y la práctica de una medicina más psicosomática. Esta medicina actúa desde una relación más larga y constante con el paciente, y hace más innecesarios los medicamentos, o al menos disminuye la cantidad de su uso.
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