Torturas y vejaciones a las mujeres recluidas en las cárceles chilenas
Una investigación efectuada por grupos clandestinos asegura que el 85 por 100 de las mujeres recluidas en el campamento de detenidos políticos de «Tres Alamos», situado en los aledaños capitalinos, ha sufrido apremios físicos durante su detención, sin tomar en cuenta los acosos de carácter síquico.El estudio es quizá, uno de los más completos, hecho por los grupos clandestinos chilenos, ya que no sólo se refiere a este aspecto sino también proporciona antecedentes sobre la situación socio-económica de cada una de las detenidas, sobre la forma como se efectuó su aprehensión, las actividades que desempeñaban, su estado de salud y otros factores.
El informe concierne a la población que existía el primero de mayo de este año en el pabellón femenino de «Tres Alamos», con un número de 93 detenidas. El estudio sólo se refiere a una muestra de 85, «excluyéndose a 8 por razones de seguridad».
Algunos de los puntos más importantes de la investigación son los siguientes:
1.- Tiempo de detención: de uno a tres años: 33 casos (38 por 100); de 6 meses a un año: 36 casos (42 por 100); menos de 6 meses: 3 (19 por 100).
2.- Edad: menores de 18 años: un caso; de 19 a 21 años: 11 casos (13 por 100); de 22 a 30 años: 49 casos (58 por 100); de 31 a 40: 12 (14 por 100); de 41 a 50: 8 (9 por 100); y de 51 a 60: 4 (5 por 100).
3.- Ocupación: estudiantes: 29 (34 por 100); amas de casa: 17 (20 por 100); técnicas y profesionales: 15 (17 por 100); obreras: 11 ( 13 por 100); oficinistas: 4 (5 por 100); y artistas: 2 (2 por 100). De ese total, un 55 por 100 son casadas y el resto solteras. 29 de ellas son madres de 38 hijos, cuyas edades fluctúan entre recién nacidos y los doce años.
La investigación del grupo clandestino revela también que el 4, por 100 de las detenidas tiene a su vez a su cónyuge preso; un 10 por 100 está relacionado con personas «desaparecidas»; un 2 por 100 vinculado a personas expulsadas del país, y un 28 por 100 tiene algún otro familiar detenido. El resto no tiene vinculaciones de esta especie.
En cuanto a la situación económica, el informe sostiene: «Sólo 40 detenidas conservan grupo familiar (47 por 100). El resto se desintegró». Del porcentaje anterior, la situación es la siguiente: buena, 5 por 100; regular, 16 por 100, y mala, 26 por 100.
Situación de salud: el 94 por 100 de las detenidas presenta algún tipo de patología. Enfermedades odontológicas: 52 casos (61 por 100); óseas y articulares: 29 (28 por 100); digestivas: 29 (46 por 100); siquiátricas: 28 (33 por 100); endocrinas: 13 (15 por 100); ginecológicas: 11 (13 por 100); auditivas: 9 ( 10 por 100); y otras: 20 (23 por 100). De ellas solamente doce reciben tratamiento médico (15 por 100), de acuerdo con el informe clandestino.
Otro de los aspectos de la investigación se refirió al organismo que efectuó la detención y el lugar a que fue trasladada la persona después. En el 76 por 100 de los casos, la detención la efectuó la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) que actualmente dirige el coronel Manuel Contreras. En el 74 por 100 de los casos, las detenidas fueron llevadas «a casas de tortura», generalmente con los ojos vendados.
El informe dedica cuatro de sus seis páginas al problema de las torturas, afirmando que 72 de las detenidas encuestadas sufrieron algún tipo de tortura física (85 por 100), sin contar con los amedrentamientos de tipo síquico. Los apremios físicos van, según la investigación clandestina, desde los golpes de puño, quemaduras con cigarrillos, aplicación eléctrica, «pau de arara», vejaciones sexuales, inmersión en excrementes, y otras, que han producido las siguientes secuelas en las detenidas:
Físicas: endocrinas, 25 casos; auditivas (sorderas, etc), 11 casos; óseas o articulares, 11; obstétricas o ginecológicias, 10; cutáneas, 7; digestivas, urológicas, renales, neurológicas. S.
Síquicas: deterioro intelectual (incapacidad de concentración, disminución rendimiento intelectual), 61 casos; cuadro sicosomático. 40; neurosis, 28; amnesia ocasional, 20; inestabilidad emocional, 11: otros: 5.
El informe fue enviado por correo ordinario a los diversos medios informativos chilenos y también a organizaciones que de una u otra manera tienen alguna relación con detenidos políticos. En algunos medios se estima que el estudio parece haber sido hecho por elementos del Partido Comunista, a quienes se considera como los únicos en condiciones de poder efectuar un trabajo de tal naturaleza, ya que mantiene casi incólume su aparato clandestino. O al menos así se creía hasta hace mes y medio cuando los servicios de seguridad del Gobierno lograron aprehender a más de un centenar de importantes dirigentes comunistas, entre ellos a Víctor Díaz, subsecretario general y segunda figura del partido.
Pero también hay quienes piensan que la investigación pudo perfectamente haber sido efectuada por miembros d e la Iglesia Católica capitalina que han venido desarrollando una permanente e importante labor de ayuda a los detenidos políticos y sus familiares.
En todo caso, quienes sean los autores, la investigación es una de las más completas, efectuada en uno de los campamentos de detenidos políticos existentes en Chile.
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